El partido del primer ministro argelino no descarta una victoria islamista

  • La Agrupación Nacional Democrática (RND), el partido del primer ministro argelino, Ahmed Ouyahia, no descarta una victoria de la corriente islámica en las elecciones del 10 de mayo, aunque considera que supondría repetir "una mala experiencia".

Samir Knayaz

Argel, 25 abr.- La Agrupación Nacional Democrática (RND), el partido del primer ministro argelino, Ahmed Ouyahia, no descarta una victoria de la corriente islámica en las elecciones del 10 de mayo, aunque considera que supondría repetir "una mala experiencia".

"No excluyo una victoria de los islamistas en estas elecciones, pero si sucede, digo que Argelia vivirá una nueva mala experiencia", dijo a Efe Sedik Chihab, cabeza de lista por Argel del RND, segunda fuerza parlamentaria tras el Frente de Liberación Nacional (FLN) y que se presenta como una formación anti-integrista.

En 1991, el ahora ilegalizado Frente Islámico de Salvación (FIS) se impuso en las primeras elecciones legislativas plurales del país. No obstante, el proceso electoral fue interrumpido bruscamente por el Ejército, lo que derivó en un sangriento conflicto armado en el que murieron alrededor 200.000 personas.

Con tono de advertencia, Chihab recordó que "la espiral de violencia" que conoció Argelia durante los años 90 del siglo pasado nació "de una voluntad democrática que se desvió de su trayectoria inicial".

Sin embargo, insistió en que sean cuales sean los resultados, su partido está dispuesto a aceptarlos y respetarlos.

"Desde el momento en que el pueblo tiene la palabra para expresarse soberanamente y elegir a sus representantes, la aceptación el resultado de las urnas es normal", subrayó en la entrevista a Efe el candidato del RND.

Junto a los mayoritarios FLN y RND, una alianza tripartita de corriente islámica se presenta como la tercera fuerza política en discordia.

El Movimiento de la Sociedad por la Paz (tercer partido en el Parlamento), el partido Al Nahda (El Renacimiento) y Al Islah (Las Reformas) constituyeron a principios de marzo la alianza la Argelia Verde, con la esperanza de imponerse en los comicios.

Para Chihab, las elecciones del 10 de mayo coinciden con una coyuntura regional "difícil", en referencia a las revueltas árabes acontecidas en varios países y que, según reconoció, han influido en Argelia, aunque de una manera particular.

"La diferencia está en que los argelinos no quieren volver atrás. Hemos aprendido de nuestra reciente experiencia. Hemos conocido más de un decenio de terrorismo y de sangre y hemos pagado un alto tributo", comentó en alusión a la frustrada experiencia democrática argelina de finales de los ochenta y principios de los noventa.

Chihab sostiene que esta experiencia es la principal razón por la que los argelinos defienden el cambio por la vía pacífica y a través de las urnas.

"Queremos demostrar al mundo y a nosotros que somos capaces de abrir el camino a la alternancia política a través de las urnas, sin violencia", subrayó.

En este sentido, el responsable del RND subrayó que hasta hace muy poco los argelinos intentaban "sobrevivir" y que ahora lo que desean es "vivir, revivir".

"No pienso que mis compatriotas deseen cambios brutales dictados por el exterior o bajo presión extranjera, sobre todo cuando tenemos ante nuestros ojos los ejemplos de lo que está ocurriendo en Libia, en Egipto y en Túnez", agregó.

En ese sentido, Chihab mantuvo la visión tradicional de los regímenes árabes de que los argelinos han comprendido que hay cambiar "por etapas, sin brusquedad".

"Primero, debemos restaurar la paz y luego restaurar la confianza de nuestros compatriotas en el sentido de reforzar la cohesión nacional", agregó el candidato.

Para Chihab, "la primera legislatura del primer decenio del siglo (2002-2007) estuvo consagrada a la reconciliación nacional y la concordia civil, la segunda (2007-2012) a la recuperación económica y la próxima se centrará en el proceso de normalización y de la profundización de las prácticas democráticas".

Pero para que se pueda avanzar en este camino, Chahib puso el acento en la necesidad de que el Parlamento que surja de las urnas esté "bien elegido" a través de una participación significativa, cuyo porcentaje no concretó.

En 2007, la participación no superó el 36 por ciento, el más bajo desde la independencia del país, hace medio siglo.

"Esperamos un resorte nacional salvador, una toma de conciencia para hacer de la próxima asamblea una institución equilibrada cuya legitimidad surja de una participación masiva de los argelinos", indicó.

En este sentido, Chihab consideró que el voto masivo significa hacer frente "a quienes defienden el status quo, a las fuerzas ocultas que se activan para que Argelia continúe en su sitio y no progrese".

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