El peor momento en la historia política de Zapatero

  • Ha pasado malos momentos en sus siete años al frente del Gobierno, pero estos días lo que se está cuestionando es su liderazgo. Zapatero está perdiendo el apoyo de los que siempre le fueron leales. Entre ellos Patxi López, el único barón socialita elegido en las urnas que le queda al socialista, no se esconde y reta al aún secretario general del PSOE. Zapatero ya no tiene potestad ni para decidir cuándo ni cómo irse.
La metamorfosis de Zapatero
La metamorfosis de Zapatero
Beatriz Toribio / A. Morán / Agencias
B. Toribio / C. Ibáñez

Los otros malos momentos de Zapatero

Dos días han marcado la Presidencia de Zapatero: el atentado de la T4 y los recortes sociales que tuvo que anunciar tras la presión de los mercados.

El 30 de diciembre de 2006 quedo marcado en el calendario de muchos españoles, sobre todo en las familias de las dos víctimas de ETA que fallecieron en el aparcamiento de la T4. La banda terrorista de una forma brutal rompía el "alto el fuego permanente". Zapatero se había mostrado convencido, meses antes, de que el fin de ETA estaba cerca.

Otro mal trago fue su comparecencia en el Congreso de los Diputados; el 12 de mayo de 2010. Tenía que explicar el recorte de las pensiones, el recorte de sueldo a los funcionarios o el fin de alguna de sus medidas estrellas como el cheque-bebé. El Gobierno más social pasaba a ser el Gobierno de los recortes.

Del Zapatero del talante al Zapatero de los recortes

Cuando, por sorpresa, un joven leonés ganó al todopoderoso José Bono el congreso del año 2000, José Luis Rodriguez Zapatero se alejó de la vieja guardia del PSOE (González, Guerra, Chaves, Bono etc) y comenzó a aplicar el aspecto que más le diferenciaba de Aznar: el talante y el diálogo. Hubo importantes acuerdos como el Pacto Antiterrorista, el Código Penal, la Ley de Partidos…

También por sorpresa llegó al poder, tras los atentados del 11-M. En plena bonanza económica, su política se focalizó en lo social y lo progresista: retirada de las tropas de Irak, mejora de las pensiones, del salario mínimo, ley de Dependencia, ley de Memoria Histórica….

Pero estalló el virus de la crisis en todo el mundo y España cogió la gripe. Pero Zapatero tardó mucho en reconocer la enfermedad y en ponerle freno.

Llegaron las tormentas en los mercados, los toques de atención desde Bruselas, el FMI e incluso China: y Zapatero cambió. Anunció medidas impensables para el Zapatero de 2004: recorte de las pensiones, congelación de los sueldos de los funcionarios, una reforma laboral prácticamente impuesta a los sindicatos…- Y comenzó su declive.

Los primeros cuestionamientos a su liderazgo

Entre los más críticos sin duda está el que fuera el presidente socialista de Castilla-La Mancha José María Barreda. Hace ya ocho meses el barón manchego auguraba la derrota y advertía: o el Gobierno "cambia de rumbo y toma medidas contundentes" o su partido acabará en el "camino" al que se dirige, que es una "catástrofe electoral".

Barreda recordaba a Zapatero la dimensión histórica de un proyecto, como el socialista, que ya existía y existirá cuando el aún presidente deje de ser el jefe del Gobierno. "Ocho años de gobierno son más que suficientes", aseguraba el manchego.

Meses antes, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, se ha intentaba defender de los ataques populares diciendo: "el hecho de que Zapatero sea malo no les convierte a ustedes -en referencia a la oposición-  en buenos".

Otro de los que más hirió a Zapatero fue el madrileño Tomás Gómez y su rebeldía. Tras las primarias para ser candidato en la Comunidad de Madrid, Gómez tampoco dudó en golpear a Zapatero, proponiendo que se instaurara la norma de no repetir más de dos mandatos.

Nadie quería que Zapatero repitiera. Fue cuestión de tiempo que el secretario general de los socialistas sucumbiera ante las presiones de su propio partido y anunciara un mes y medio antes de las elecciones municipales que no repetiría.Ahora todos le culpan

Tras la debacle socialista, muchos de los que han perdido sus gobiernos no han dudado en culpar a Zapatero y a su gestión del Gobierno central de los malos resultados.

Guillermo Fernández Vara, el único barón socialista que ha podido medio salvar los muebles en la debacle socialistas, se mostró muy serio: tras estos resultados Zapatero ya no puede gobernar "tranquilamente" hasta las próximas elecciones generales de 2012.

El hasta presidente balear, el socialista Francesc Antich, admitió que "no esperaba" esa derrota tan contundente y lamentó el "voto de castigo" por las políticas impulsadas desde el Gobierno central ante la crisis económicas.

También fue muy contundente José María Barreda: Zapatero "ha cumplido una etapa" al frente del Gobierno.

¿Congreso o primarias?

En el PSOE siempre presumen de que sus líderes se celebran en un proceso democrático a diferencia del PP, donde se eligen 'a dedo'. Los planes de Zapatero pasaban por, después de las elecciones, celebrar unas primarias en las que los militantes expresaran cuál es su opción preferida para sucederle. Pero la debacle del domingo ha trastocado sus planes y son muchas las voces que piden un congreso extraordinario para cambiar de arriba abajo la dirección de partido.

Las primarias son unos comicios internos en los que los militantes eligen al candidato. Es un proceso que desgasta mucho al partido porque los candidatos tienen que hacer campaña y obliga a los miembros del partido a posicionarse a un bando o a otro.

En los partidos hay dos tipos de congresos: ordinarios –que en el caso del PSOE se celebran cada cuatro años- y en el que se debaten proyectos, programas, ponencias o estatutos... Esto es lo que ha pedido Patxi López, pero es un proceso muy largo ya que se requiere mucho tiempo de preparación. El PSOE puede convocar un congreso ordinario a partir de julio, ya que el último lo celebró en 2008.

También existen los congresos extraordinarios y su convocatoria puede ser más rápida que la de las primarias: se necesita una razón específica para convocarlo y se ha de realizar antes de 40 días, plazo que no ha de agotarse. Es decir, que en un par de semanas podría celebrarse. Unas primarias van de 20 a 45 días como máximo.

En el PSOE explican que un congreso no es incompatible con unas primarias. Pueden tener lugar ambas cosas. Pero no tendría sentido que se eligiera a un candidato en unos comicios internos para, inmediatamente, celebrar un congreso.

¿Qué le conviene más a cada candidato?

Hasta ahora, Rubalcaba y Chacón han sido los únicos nombres que han sonado aunque hasta hoy ninguno de los dos ha hecho oficial su candidatura. Al vicepresidente le interesa un Congreso y a la ministra de Defensa las primarias.

Rubalcaba teme que al someterse a la votación de la militancia, ésta opte por la renovación y el cambio que representaría la candidatura de Chacón. Además, un Congreso le blindaría no sólo como candidato sino que posiblemente también como secretario general del PSOE.

Chacón, a diferencia de Rubalcaba, no cuenta con el apoyo del aparato del partido ni de los barones, que en su mayoría apuestan por Rubalcaba. Sabe que su baza está en las primarias para que los militantes hablen. Además, éstos suelen apoyar a la candidatura contraria a la que defiende la dirección. También sabe que éste es su momento porque, dentro de cuatro años, quizás las cosas han cambiado mucho y haya otros nombres que suenen más fuerte para liderar el partido. En su entorno aseguran que no se echará para atrás pese a las "presiones" del partido por que no se presente.

Ni a Rubalcaba ni a Chacón les interesa una candidatura pactada porque la lidere uno u otro daría la imagen de que han sido designados 'a dedo', algo que critican mucho los socialistas del PP. Pero son muchas las voces internas que piden un pacto para no abrir más la herida que supura en el PSOE tras las elecciones del domingo.

¿Qué conviene al partido? La mayoría de las voces apuntan a una solución más rápida posible, a que no se pierda el tiempo y que esta herida se cierre lo antes posible para evitar que el PSOE se preocupa más por sus problemas internos que por los de los españoles.

Mostrar comentarios