Elena Puerta
Vitoria, 9 oct.- El PNV, el hipotético ganador de los comicios vascos según las encuestas, ha sido hoy la diana de las críticas de la práctica totalidad de los partidos, excepto de EH Bildu.
El PP le ha acusado de haber creado un entramado institucional propio de un "Estado paralelo" y de haber "mirado para otro lado" cuando ETA actuaba; el PSE-EE ha denunciado los "Planes Ibarretxe" que parece querer resucitar el presidente del PNV, Íñigo Urkullu; y Ezker Anitza-IU ha invitado a los socialistas y a EH Bildu a constituir un "eje" de izquierdas frente al Partido Nacionalista.
La quinta jornada de la campaña electoral ha contado con la presencia de dirigentes nacionales como la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, el presidente de Extremadura, José Antonio Morago, y el coordinador de Izquierda Unida, Cayo Lara.
Los dos partidos con mejores expectativas de voto, el PNV y EH Bildu, son los únicos que no han entrado en un cruce de acusaciones y ambos han elegido la localidad alavesa de Agurain, que hoy celebraba su tradicional feria agrícola, para hablar del sector primario.
Urkullu ha apostado por diversificar la economía e impulsar sectores emergentes como la ecotecnología, la economía verde y la producción agroalimentaria de calidad para crear empleo.
La candidata a lehendakari de EH Bildu, Laura Mintegi, por su parte, que defiende la "soberanía alimentaria" y si llega al Gobierno prevé crear un departamento con este nombre, se ha comprometido a impulsar el sector primario y a establecer precios fijos para consumidores y productores agrícolas y ganaderos.
La ausencia de críticas en esta jornada entre los dos principales partidos nacionalistas podría deberse a que, como ha reconocido hoy el propio Urkullu en una entrevista radiofónica, el ideario del PNV está más próximo a EH Bildu por razones identitarias que al PP.
Quienes sí han arremetido contra el partido que lidera Urkullu han sido dirigentes del PP como Antonio Basagoiti, quien ha planteado "adelgazar" el entramado institucional propio de un "Estado paralelo" que creó el PNV cuando gobernaba Euskadi, con la reducción de altos cargos, parlamentarios y sociedades públicas.
"El PNV había creado un entramado institucional propio de un Estado independiente, al que le faltaba poco menos que el Ejército", ha dicho Basagoiti.
También la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha opinado que esta campaña electoral "parece un baile de disfraces" donde todos los partidos llevan "máscara" y buscan pareja para gobernar tras el 21 de octubre, como el PNV, que se presenta "con la cara de Urkullu pero el alma de Ibarretxe".
El delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, se ha referido a estas elecciones durante una jornada con víctimas de la violencia etarra celebrada en Vitoria y ha advertido de que "sin haberse cumplido un año del anuncio del cese del terror por parte de ETA, su brazo político se presenta" a los comicios "como artífice de la paz" y que aquellos "que tantas veces miraron para otro lado probablemente vuelvan" a gobernar, en referencia al PNV.
El lehendakari y candidato socialista a la reelección, ha criticado que "bajo el eufemismo" del derecho a decidir se impulsen "proyectos de construcción nacional que creen ciudadanos de primera y de segunda" como lo son a su juicio "todos los planes Iberretxe" y ha añadido que nunca apoyará un referéndum sobre el autogobierno que "invente reglas a medida".
El coordinador de IU, Cayo Lara, ha arremetido por su parte contra el bipartidismo que impera en España "siempre apoyado por las dos patas de la derecha nacionalista: el PNV y CiU".
En el mismo acto, el coordinador de su partido en Euskadi y candidato a lehendakari, Mikel Arana ha invitado al PSE y EH Bildu a formar un eje de izquierdas que permita condicionar a un hipotético gobierno en minoría del PNV.
UPyD por su parte ha centrado su acto matinal en la denuncia de inacción del resto de partidos ante la estafa de Bankia y Ezker Batua en expresar su rechazo a los desahucios. EFE
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