El polémico permiso único para extracomunitarios, a un paso del pleno del PE

Bruselas, 5 dic.- El permiso único de residencia y trabajo para extracomunitarios que simplificará la entrada a los recién llegados a la Unión Europea está a tan solo un paso de aprobarse en el pleno de la Eurocámara después de que los eurodiputados de las comisiones de Interior y Empleo le hayan dado hoy el visto bueno.

El nuevo proyecto de directiva de la "ventanilla única" pretende que los nuevos trabajadores tengan los mismos derechos sociales que los comunitarios, si bien prevé una lista de excepciones que deja fuera de esas garantías a los familiares de los trabajadores en algunos casos así como a los temporeros y las "au pair".

Se tratará de la segunda vez en un año que la directiva va al pleno del PE, después de que el pasado 14 de diciembre los eurodiputados la rechazaran por discriminatoria en una negativa que encabezaron ecologistas y comunistas y a la que se acabaron sumando, contra pronóstico, los liberales de la Eurocámara.

Con la fórmula de la llamada "ventanilla única" se simplifica el actual sistema por el que existían veintisiete regulaciones distintas con sus especificidades y plazos distintos para otorgar los permisos de residencia y trabajo.

El objetivo es armonizar la normativa comunitaria para las personas de terceros países que quieren vivir y trabajar en la UE y garantizar los derechos durante el proceso, independientemente del país en el que se inicien los trámites.

Las autoridades de los países de la UE tendrán cuatro meses de plazo máximo para decidir sobre una solicitud que podrán presentar tanto el propio extracomunitario como su empleador en la UE.

Una vez conseguida la carta de trabajo y residencia, el ciudadano extracomunitario recién llegado tendrá derecho, salvo algunas excepciones, a las mismas condiciones de trabajo, sanidad y seguridad en el lugar de trabajo, oportunidades formativas, reconocimiento de calificaciones profesionales, beneficios fiscales y traslado de los derechos de pensión una vez retorne a su país de origen.

Este último punto, que no se reconocía en la versión de la directiva que fracasó hace un año, ha sido una de las demandas más reiteradas desde el PE y, en concreto, por el eurodiputado socialista Javier Cercas, ponente del texto.

Otra mejora para los beneficiarios de esta directiva que pedían casi todos los grupos del PE, el acceso de los parados extracomunitarios a los cursos de formaciones de las oficinas de desempleo, también ha sido incluido en el texto final.

Sin embargo, en la lista de personas y derechos excluidos de la directiva, una numeración que triplica la de personas incluidas, están los de contrato de máximo de seis meses, los temporeros, las "au pair", los familiares de los trabajadores que provienen de países con los que la UE tiene acuerdos de libertad de circulación, así como también los beneficiarios de protección internacional.

Si se consigue la semana que viene la luz verde de la directiva en la sesión plenaria en Estrasburgo, y dado que el texto ya fue acordado con los Veintisiete, el permiso único se considerará definitivamente aprobado y los países tendrán un plazo de dos años para incorporarlo a sus legislaciones nacionales.