El PP pone pegas a la reforma territorial que el PSOE plantea en el Congreso

Madrid, 14 ene.- La propuesta del PSOE de estudiar una reforma del modelo territorial en una comisión o subcomisión del Congreso se ha topado con las pegas del PP, que no es partidario de abrir ahora un debate que a su juicio "divide" a la sociedad, mientras otros grupos muestran su disposición a hacer aportaciones.

La petición que el líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha trasladado por carta al presidente del Congreso, Jesús Posada, está ya en manos de los grupos parlamentarios, aunque en principio el rechazo adelantado por el PP hace difícil que pueda salir adelante.

El PSOE no obstante mantendrá vivo en el Congreso el debate sobre el desafío soberanista de Cataluña y mañana mismo el primer secretario del PSC, Pere Navarro, junto a la portavoz en la Cámara Baja, Soraya Rodríguez, registrarán una proposición no de ley para exigir la convocatoria "inmediata" de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat, que no se reúne desde 2011.

Es otro de los acuerdos a los que llegaron Navarro y Rubalcaba en su última reunión en Barcelona y que los socialistas ponen en marcha.

De momento, hoy los populares se han limitado a rechazar que se estudie en el Congreso esa propuesta para reformar la organización territorial, aunque aún no han tratado el asunto formalmente y lo estudiarán, según ha dicho su portavoz en el Congreso, Alfonso Alonso.

En cualquier caso, Alonso ya ha avanzado que su partido tiene una "posición bastante clara" y defiende el modelo autonómico actual, que "ha dado muchos beneficios a España".

El PP cree, por ello, que "no tiene sentido" abrir debates que "dividen a los españoles" y "distraen" del objetivo prioritario que es salir de la crisis, y considera que la reforma que plantea el PSOE tras el desafío soberanista de Cataluña responde más a un problema de "división" interna.

A la portavoz socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, esta visión del PP le parece "miope", ya que entiende que es necesario abordar esa reforma para ofrecer soluciones al problema catalán y que debe hacerse desde el diálogo, el entendimiento y el consenso.

Por eso, ha mostrado la disposición de su partido a escuchar las aportaciones que quieran formular el resto de grupos sobre su propuesta, aunque lo que el PSOE ofrece es crear una subcomisión dentro de la Comisión Constitucional o que el pleno apruebe la creación de una comisión no permanente que redacte una ponencia.

Rodríguez ha justificado el hecho de que su partido haya escogido el Congreso y no el Senado para formular esta petición, algo que también critica el PP porque considera que supone vaciar de contenido la Cámara Alta.

No obstante, la portavoz socialista ha defendido que el Congreso, sede de la soberanía nacional, no puede ser ajeno ni quedar al margen de este debate.

Desde la Izquierda Plural, su portavoz, José Luis Centella, ha dicho estar abierto a cualquier iniciativa que suponga abrir un proceso constituyente para reformar la Constitución de 1978, que cree que no sólo está "agotada" sino que fue "asesinada" por el pacto de PP y PSOE en la reforma del artículo 135 para priorizar el pago de la deuda.

La portavoz del UPyD en el Congreso, Rosa Díez, ha expresado también su apoyo a una reforma de la Constitución en sentido federal, en la que se revise la distribución competencial para que el nuevo modelo garantice mejor los derechos de todos los españoles.

Sin embargo, como el PP, no comparte que el PSOE quiera utilizar la comisión "para resolver sus problemas internos con el PSC" ni para plantear una reforma federal con el único objetivo de "contentar al nacionalismo".

Para el portavoz del PNV, Aitor Esteban, "lo primero es que el PSOE se aclare de qué es lo que quiere" y qué va a proponer, pero su partido estaría dispuesto a participar en los debates para abordar una reforma del modelo territorial.

Igualmente, el diputado de Amaiur Rafael Larreina ha anunciado su disposición a contribuir a ese debate en el caso de que se apueste por crear una comisión o subcomisión en el Congreso, aunque siempre lo harían -ha dicho- para defender el derecho de las naciones históricas a decidir su propio futuro.