El PP sigue al frente en las encuestas con ligeros repuntes en intención de voto

El Partido Popular volvería a ser la primera opción de los electores españoles en las próximas elecciones de diciembre con el 32,1% de los votos, según apunta un sondeo elaborado para el diario 'La Razón'.

Así, según el periódico conservador, y pese a las medidas de austeridad, más de siete millones de votantes volverían a poner su devenir en manos del presidente Mariano Rajoy, que aun así vería perdida la mayoría absoluta de 2011, pasando de 186 a entre 138 y 141 representantes en el Congreso de los Diputados.

El PP obtendría más de siete puntos con respecto al PSOE y seguiría siendo la opción preferida para quienes tienen entre 45 y 64 años (24%) y los mayores de 65 años (32,9%). Los desencantados con Rajoy, confiarían en Ciudadanos (12,1%), pero sería la abstención (18,6%) la opción por la que más se decanten para castigar al actual jefe del Ejecutivo.El PSOE no consigue recortar distancias

Por su parte, el Partido Socialista, pese a una ligera mejoría de hasta cinco décimas, seguiría sin recortar distancias con los 'populares' y tendría que conformarse con el 24,9% de los votos. Pedro Sánchez mantendría el 67,3% de quienes eligieron a Arturo Pérez Rubalcaba como presidente en los comicios de 2011, pero vería marchar a Podemos un 13,2% de su tradicional electorado y empataría con la formación de Pablo Iglesias entre la primera fuerza política elegida por los votantes menores de 29 años (12,4%).

En cuanto a Podemos, y pese a que el diario de la mancheta azul asegura que su "efecto" se ha visto mermado por su reciente presencia en algunos gobiernos regionales, sacaría casi tres millones de votantes, unos 32 representantes en la Cámara Baja, lo que le consolida como tercera fuerza política. En ese sentido la mitad de sus votantes proceden del PSOE (31,7%)e IU(23,5%), mientras que un 23,4% de los sufragios vendría de quienes acudirían por primera vez a las urnas.

Ciudadanos experimentaría un descenso de 1,4 puntos con respecto a sondeos anteriores. Sus dos millones y medio de votos, sobre todo de descontentos con el PP (52,5%) y UPyD (19,3%), se traducirían en 23 diputados.

En relación al resto de partido, Izquierda Unida frenaría su hemorragia electoral y mantendría el 4,4% de intención de voto, perdiendo así hasta siete escaños. UPyD continuaría con su descalabro particular y podría incluso quedarse sin representación parlamentaria, al contrario que Compromís, que sube en las encuestas y con el 1,5%, contaría con hasta dos diputados.

La división de CiU no daría beneficios electorales a CDC y UDC. Convergència lograría un 2,3% y Unió un 0,9%. Los actuales 16 escaños de CiU en la Cámara Baja pasarían a ser entre 11 y 13, de los cuales 8 o 9 pasarían a ser de CDC, y 3 o 4 de UCD.

Por último, PNV obtendría los mismos resultados de 2011, un 1,3%, ERC subiría de 3 a 8 escaños, Amaiur bajaría de 7 a 5, mientras que FAC y Geroa Bai mantendría su presencia con un representante cada uno.