El presidente de cgpj dice que “ciudadanos como irene villa hacen una españa mejor”


Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), aseguró hoy que “ciudadanos como Irene Villa hacen una España mejor”, en referencia a la polémica sobre el tuit del concejal madrileño Guillermo Zapata.
Lesmes se refirió a este asunto en un encuentro informativo en Madrid, en el que fue preguntado por la decisión de la Fiscalía de recurrir la decisión del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz de archivar la denuncia contra Zapata por su tuit sobre Irene Villa.
En concreto, el mensaje del edil que fue examinado por Pedraz decía que “han tenido que cerrar el cementerio de Alcásser para que Irene Villa no vaya a por repuestos”. El tuit fue denunciado por la asociación Dignidad y Justicia, que entendía que Zapata podía haber cometido un delito de humillación a las víctimas del terrorismo. Esto fue rechazado la semana pasada por el instructor, que archivó la causa y alegó, entre otras cuestiones, que la afectada declaró no haberse sentido ofendida.
A este respecto, Lesmes dijo que “las víctimas del terrorismo merecen el máximo respeto de todos nosotros”. Añadió, respecto a la decisión de la Fiscalía de recurrir el archivo de la causa por parte del juez Pedraz, que en denuncias como ésta deben ponderarse “muchas circunstancias”, entre ellas la opinión de la propia víctima.
“COMPORTAMIENTO EJEMPLAR”
En todo caso, el presidente del CGPJ se refirió a que Irene Villa tuvo un “comportamiento ejemplar” cuando sufrió en 1991 el atentado por el que le fueron amputadas las dos piernas y que, en toda la polémica por el tuit de Zapata, ha vuelto a tener un “comportamiento ejemplar”.
En este sentido, el máximo responsable de los jueces remarcó que “ciudadanos como Irene Villa hacen una España mejor”, en referencia a cómo ha reaccionado en toda la polémica de las últimas semanas.
En cuanto al debate sobre combatir el odio en Internet con actuaciones judiciales, Lesmes dijo que la libertad de expresión debe tener en cuenta otros derechos, como el de la intimidad, y que la defensa de estos principios puede suponer “límites” a la libertad de expresión.

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