Antananarivo, 27 may.- El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, presentó hoy su dimisión, un paso necesario para proseguir con su polémica candidatura a las elecciones previstas para julio, a las que la hoja de ruta de la transición malgache le prohíbe concurrir.
Según la hoja de ruta, todos los cargos elegibles deben presentar su dimisión hoy ante el Tribunal Electoral Especial y el Alto Tribunal Constitucional, informó la prensa local.
La Presidencia quedará ahora en manos de una "troika" formada por el primer ministro malgache, Jean-Omer Beriziky; el presidente del Congreso de Transición, Mamy Rakotoarivelo, y el presidente del Consejo Superior de Transición, vacante tras la dimisión de su titular para presentarse a los comicios presidenciales.
Con este paso, Rajoelina mantiene su decisión de concurrir a las elecciones presidenciales, a las que previamente había descartado presentarse.
Su cambio de parecer, que viola lo estipulado en la hoja de ruta de la transición, se debe supuestamente a que también han presentado su candidatura para el máximo cargo estatal Lalao Ravalomanana, mujer del derrocado presidente Marc Ravalomanana, y el exmandatario Didier Rastiraka.
La Unión Europea (UE) y la Comunidad de Desarrollo de África Meridional (SADC, en sus siglas en inglés) han exigido la retirada de la candidatura de Rajoelina, así como las de Ratsiraka y Lalao Ravalomanana.
La UE y la SADC aseguraron que no financiarán las elecciones de concurrir esos tres aspirantes, mientras que la Unión Africana afirmó que no reconocerá a Rajoelina como presidente si se presenta y gana en las urnas.
Debido a la controversia suscitada por las tres candidaturas, varios analistas políticos han puesto en duda que los comicios presidenciales se celebren en la fecha prevista, el 24 de julio.
Ravalomanana fue derrocado en 2009 tras un golpe de Estado respaldado por el Ejército malgache, que colocó en el poder a Rajoelina, un antiguo pinchadiscos reconvertido en político.
En 2011, la SADC estableció una hoja de ruta que preveía un Gobierno de Transición dirigido por Rajoelina y la celebración de elecciones en 2012, pero el plazo se incumplió y los comicios fueron pospuestos.
El mandatario depuesto, exiliado en Sudáfrica, ha tratado de regresar en varias ocasiones a la isla, pero no lo ha logrado, debido a las amenazas de detención y el riesgo de enfrentamientos entre partidarios de ambas facciones.
Desde el golpe de Estado, el régimen de Rajoelina está sometido al ostracismo internacional y suspendido dentro de la Unión Africana y la SADC, mientras no se restablezca el orden constitucional.
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