Islamabad, 14 dic.- El presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari, será dado de alta mañana y abandonará el hospital de Dubái en el que está ingresado desde hace más de una semana tras haber sufrido un posible infarto, informó hoy a Efe una fuente oficial.
"Será dado de alta mañana. Aún no hay una decisión sobre si se trasladará a su residencia en Dubái o volverá a Islamabad", explicó el principal portavoz presidencial, Farhatulá Babar.
El asesor no pudo dar una fecha precisa para la vuelta del presidente a Pakistán, y se limitó a informar de que mañana abandonará el hospital y seguirá con su medicación para el corazón.
La prensa ha especulado durante la última semana a partir de diferentes fuentes del entorno del presidente sobre si sufrió un pequeño infarto o un derrame cerebral.
El parte médico del hospital American de Dubái, difundido hoy por el Gobierno, dice que Zardari ingresó en el centro aquejado de insensibilidad en el brazo izquierdo y tembloroso "tras un episodio transitorio de pérdida de la conciencia que duró varios segundos".
El texto aclara que a su llegada al centro médico el presidente se hallaba "consciente" pero explica que se ha sometido a toda una serie de pruebas dado su historial clínico.
"Permaneció en observación durante varios días y está previsto que sea dado de alta el día 15 para descansar en casa y continuar con su medicación cardíaca regular", reza el parte.
El presidente, que pasó once años en la cárcel, sufre diabetes, problemas del corazón y tiene un historial médico de hipertensión.
Su salida del país disparó todo tipo de versiones en la prensa sobre si el Ejército podría estar planeando desbancarlo del poder.
Fuentes cercanas al gobernante Partido Popular (PPP), que lidera Zardari, justificaron a Efe sus problemas de salud por el estrés que ha sufrido en las últimas semanas.
El viudo de la ex primera ministra Benazir Bhutto estaba en el ojo del huracán por una supuesta petición secreta al Pentágono para que interviniera en caso de un intento de golpe militar después de la muerte, en mayo, de Osama Bin Laden cerca de Islamabad.
El escándalo le costó el cargo al embajador en Washington, Husain Haqqani, confidente de Zardari y supuesto intermediario de este mensaje.
El Ejército paquistaní, que ha detentado el poder durante más de la mitad de la historia del país, guarda turbulentas relaciones históricas con el PPP de la dinastía Bhutto y con el propio Zardari.
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