Bangui, 25 ene.- El nuevo primer ministro centroafricano, Nicolas Tiangaye, condenó hoy los ataques cometidos recientemente por los rebeldes de la coalición Seleka en el interior del país, en violación de los acuerdos de paz firmados el pasado día 11 en Gabón.
En su primera declaración en Bangui ante los medios de comunicación desde su nombramiento el pasado día 17, Tiangaye pidió a los lideres de Seleka que mentalicen a sus efectivos en las zonas que ocupan para cumplir los acuerdos de paz rubricados en la capital gabonesa, Libreville.
En opinión del jefe del Gobierno, ese paso debe ser "una acción prioritaria e inmediata en el marco del seguimiento de los acuerdos de Libreville".
Pese a esos acuerdos de cese el fuego y de solución a la crisis, algunos miembros de Seleka mantienen sus ofensivas y protagonizan actos de pillajes en ciudades provincianas de la República Centroafricana.
El primer ministro insistió en que la prioridad central de su futuro Gobierno es confinar a los rebeldes en un único lugar, con el fin de que depongas las armas.
Se trata, subrayó, de "un programa urgente y cuya realización necesita la movilización de importantes recursos financieros. Por lo tanto, esperamos contar con el apoyo de la comunidad internacional. Cuando el Gobierno se forme y una vez que se recaudan los fondos, este proceso (desarme rebelde) se llevará a cabo de inmediato".
Respecto a la constitución del próximo Ejecutivo, Tiangaye admitió que "no es nada fácil formar un Gobierno de unidad nacional. Hay que tener en cuenta problemas que deben resolverse en el seno de cada partido, de las distintas propuestas".
El presidente centroafricano, François Bozizé, nombró la pasada semana a Tiangaye como primer ministro, acción con la que dio el visto bueno al candidato propuesto por la oposición y por la rebelión armada, conforme al acuerdo de paz de Libreville.
El nuevo mandatario debe formar un Gobierno de unidad nacional que organizará las elecciones legislativas anticipadas durante el periodo de transición, que se extenderá durante el próximo año.
La coalición Seleka, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país el pasado mes de diciembre al considerar que Bozizé no había respetado unos acuerdos de paz firmados en 2007.
Estos tratados contemplaban -entre otros asuntos- la integración de combatientes rebeldes en el Ejército centroafricano, la liberación de una serie de prisioneros políticos, y el pago a los milicianos sublevados que optaran por el desarme.
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