El primer ministro condena el allanamiento de un hospital por los "camisas rojas"

  • Bangkok.- El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, acusó hoy a los manifestantes antigubernamentales de "intimidar" a la población, a raíz de que varios cientos irrumpieran en uno de los mayores hospitales de Bangkok.

El primer ministro condena el allanamiento de un hospital por los "camisas rojas"
El primer ministro condena el allanamiento de un hospital por los "camisas rojas"

Bangkok.- El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, acusó hoy a los manifestantes antigubernamentales de "intimidar" a la población, a raíz de que varios cientos irrumpieran en uno de los mayores hospitales de Bangkok.

Decenas de enfermos fueron evacuados en camillas y ambulancias a otros centros sanitarios de la capital desde el hospital público de Chulalongkorn, después de que unos 200 "camisas rojas" se abrieran paso hacia el interior sin atender a los razonamientos de la dirección, explicó el doctor Weng Thojirakarn.

El hospital Chulalongkorn, gestionado por la Universidad de mismo nombre, está ubicado en la zona en la que los llamados camisas rojas se atrincheran desde hace más de tres semanas para exigir la disolución del Parlamento y elecciones anticipadas.

Tras el incidente, el hospital suspendió temporalmente todos sus servicios médicos excepto el de urgencias quirúrgicas, anunció la dirección en un comunicado.

El allanamiento del hospital de Chulalongkorn por los llamados "camisas rojas" ocurrió la noche del jueves con el pretexto de que el Ejército había ocultado soldados dentro de éste con la finalidad de acometer un asalto.

"En nombre de todos los líderes pido perdón a la población y al hospital de Chulalongkorn por el incidente", declaró en rueda de prensa el doctor Thojirakarn, quien además de médico es un destacado cabecilla de los "camisas rojas".

Thojirakarn admitió que con su "actitud de vaqueros" algunos "camisas rojas" están minando la imagen del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, plataforma política que tiene escaso apoyo en la capital tailandesa.

Los manifestantes penetraron en el hospital, del que salieron una hora después al no encontrar soldados en el interior del recinto situado en la intersección de la calle Silom, donde hace una semana estallaron cinco granadas que causaron un muerto y unos 80 heridos.

El primer ministro reaccionó a esta con un nuevo aviso a los manifestantes que campan a sus anchas por el corazón comercial de la capital, y a quienes que acusó de intimidar a los ciudadanos.

"No es necesario que lo condene (el allanamiento) dado que la sociedad tailandesa y también la comunidad internacional ya lo han hecho", dijo Vejjajiva en un discurso televisado.

Vejajjiva añadió que su Gobierno "no tolerará acciones que supongan una amenaza" a la sociedad, y aseguró se está avanzado en la búsqueda de una solución política a la crisis.

El frente conservador de los llamados "camisas amarillas" exigió ayer al Gobierno y Ejército mano dura con sus rivales los "camisas rojas", que tras otra jornada de violencia en Bangkok, pidieron a la Unión Europea (UE) el envió de observadores.

La reincorporación al revuelto escenario político de los "camisas amarillas", que a finales del 2008 crearon el caos con la toma de los dos aeropuertos de Bangkok, acrecienta el riego de nuevos enfrentamientos en la capital, donde en apenas tres semanas, han muerto 27 personas y cerca de otras mil han resultado heridas.

Los "camisas rojas" del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, provienen en su mayoría de las zonas rurales del norte y noroeste del país, las de mayor densidad demográfica y feudos de los testaferros del ex mandatario Thaksin Shinawatra, depuesto en 2006 y declarado en rebeldía a dos años de prisión por corrupción.

Exiliado y prófugo de la justicia tailandesa, el multimillonario Shinawatra, guía y financia las protestas desde un país de conveniencia.

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