Budapest, 29 mar.- El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, destacó hoy que durante su últimos cuatro años de mandato el país ha vuelto al cristianismo y solicitó el voto en las elecciones generales del próximo domingo para seguir adelante con lo que llamó una "revolución constitucional".
"Los húngaros han elaborado una nueva Constitución, volvieron al cristianismo y unieron a la nación desperdigada en el mundo", dijo Orbán en el último gran mitin electoral en Budapest, al valorar los cuatro años de Gobierno de su partido, el conservador Fidesz.
Ante unos 400.000 seguidores, según estimaciones del Ministerio del Interior, Orbán se refirió así a la concesión de la ciudadanía a los dos millones de húngaros étnicos repartidos por otros países.
Orbán aseguró que durante su mandato Hungría se ha convertido en "una nación que se fortalece día a día".
"Hemos realizado grandes cosas y esto es sólo el comienzo", afirmó, al valorar como una "revolución constitucional" los cambios que ha impuesto en la Carta Magna, gracias a la mayoría de dos tercios con que cuenta en el Parlamento.
Entre esos cambios están la definición del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, la inclusión de una mención a la defensa de la vida desde su concepción e incluso la introducción de la frase "Dios bendice al húngaro" en el primer artículo de la Constitución.
Orbán también ha impulsado cambios en los órganos judiciales, en el control de los medios y en la ley electoral, en los que la oposición e incluso la Unión Europea han visto un atentado a las libertades fundamentales y con las que su partido se aseguraba ampliar su influencia en las instituciones públicas.
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