El primer ministro italiano dice que nadie sabe cuando acabará la crisis

  • El primer ministro italiano, Mario Monti, ha asegurado que nadie puede establecer cuando concluirá la crisis económica y financiera que afecta a Europa y ha pedido una mayor cohesión europea y evitar que el euro pueda transformarse en un factor de desintegración.

Ciudad del Vaticano, 18 ene EFE).- El primer ministro italiano, Mario Monti, ha asegurado que nadie puede establecer cuando concluirá la crisis económica y financiera que afecta a Europa y ha pedido una mayor cohesión europea y evitar que el euro pueda transformarse en un factor de desintegración.

Monti, en una entrevista a Radio Vaticano difundida hoy, ha defendido al euro al señalar que renunciar a él significaría "abandonar a la incertidumbre a los más pobres y débiles" y que esta moneda sigue siendo "un instrumento de extraordinaria incidencia en la vida de las personas".

"Nadie en estos momentos puede establecer cuando concluirá la actual crisis económica y financiera, cada vez más convertida en una crisis social. La crisis es conocida sobre todo por sus consecuencias materiales y es menos conocida, aunque no por ello menos grave, por las pobrezas que ha causado, como son marginación, pérdida de esperanza, disminución de la natalidad y disgregación de la comunidad y de las familias", afirmó Monti.

Preguntado si a nivel internacional hay un interés en destruir el euro, el economista italiano manifestó que es necesaria una mayor cohesión europea y es necesario "combatir un riesgo grave", que es el que la moneda, "uno de los puntos claves de la integración europea, se transforme en un factor de desintegración, de conflicto psicológico".

"Pensar que la causa de la crisis sea el euro es no sólo un error económico, sino también un pretexto o, incluso peor, un intento de echar la culpa a Europa de problemas de otro tipo, que implican otras responsabilidades y otros intereses", dijo Monti.

El presidente del Gobierno italiano agregó que renunciar al euro "significaría abandonar a la incertidumbre a los más débiles y pobres" y subrayó que la moneda única "sigue siendo un instrumento de extraordinaria incidencia" en la vida de las personas.

Mario Monti echó mano de la frase del papa Benedicto XVI "no huir por miedo de los lobos" para afirmar que ante la "prolongada tormenta que estamos viviendo" (la crisis económica) es necesario cultivar sabia y pacientemente la esperanza".

"Frente a la crisis, los ciudadanos e instituciones no deben huir como ante los lobos, sino permaneciendo fuertemente unidos", afirmó.

Monti, que sustituyó el pasado 16 de noviembre a Silvio Berlusconi al frente del Gobierno italiano y ha aprobado un plan de ajuste por valor de más de 30.000 millones de euros para afrontar la crisis, aseguró que los defraudadores de hacienda serán perseguidos, ya que la lucha contra la evasión es uno de los pilares de sus medidas.

A este respecto señaló que quien no respeta la ley no quedará escondido y destacó que quien hoy evade piensa que puede lograr ventajas "y tal vez entregará a sus hijos unos euros más, pero los hará ciudadanos de un país en el que no se pueda vivir".

Monti destacó entre las medidas adoptadas una reducción del impuesto de bienes inmuebles, que estaba abolido y lo ha recuperado, según el número de hijos, así como un paquete de liberalizaciones que afectará a todos los sectores de la economía.

Mario Monti se reunió el pasado 14 de enero en el Vaticano con el papa, con quien analizó la situación social en Italia y le alentó a luchar contra la crisis económica que padece el país.

"Ha comenzado bien (su gobierno) en medio de una situación dificilísima, casi insoluble", le dijo el pontífice.

La visita se desarrolló en medio de la polémica en Italia por la exención a la iglesia italiana del pago del impuesto de bienes inmuebles (ICI, en italiano), que había sido abolido y recuperado ahora por Monti y algunos partidos, como el Partido Radical, exige que lo pague "como todos".

Italia no dispone de un censo completo de las propiedades de la Iglesia y según algunos medios de comunicación entre el 20 y el 30 % de todo el patrimonio inmobiliario italiano está sus manos.

Según el periodista del semanario "L'Espresso" Stefano Livadiotti, la Iglesia italiana se ahorra todos los años, como mínimo, 700 millones de euros al no tener que pagar el ICI.

Además de la Iglesia Católica, en Italia tampoco paga el ICI, entre otros, las otras confesiones religiones, las embajadas, organismos internacionales, los cines y las organizaciones no gubernamentales.

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