El príncipe Eduardo inicia su polémica visita a Gibraltar en medio del conflicto pesquero

  • La segunda visita del príncipe Eduardo de Inglaterra a la colonia se produce después de que un conflicto pesquero en las aguas próximas al peñón. En las últimas semanas se han reactivado las históricas tensiones en las relaciones entre España y Reino Unido por el peñón.

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EFE

El príncipe Eduardo de Inglaterra, hijo pequeño de Isabel II, y su esposa, Sophie Rhys-Jones, inician este lunes una visita de tres días a Gibraltar con motivo de los actos del 60 aniversario de la coronación de su madre, un viaje que el Gobierno español considera "profundamente" desafortunado.

Será la segunda visita del príncipe Eduardo de Inglaterra a la colonia, un viaje que se produce después de que un conflicto pesquero en las aguas próximas al peñón haya vuelto a poner sobre la mesa las históricas tensiones en las relaciones entre España y Reino Unido a cuenta de Gibraltar.

Estas tensiones hicieron que el pasado 18 de mayo la reina Sofía suspendiera su asistencia al almuerzo ofrecido por Isabel II en el castillo de Windsor a representantes de casi todas las casas reales del mundo para celebrar su Jubileo de Diamante.

Para el gobierno del peñón, las quejas del gobierno español sobre el viaje del príncipe Eduardo son "completamente irrelevantes", según dijo recientemente su ministro principal, Fabián Picardo, que asegura que la población del peñón espera "con los brazos abiertos" la visita de un miembro de la familia real británica.

El pasado viernes, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, reiteró que la visita de los condes de Wessex a Gibraltar era"profundamente desafortunada en el tiempo y en la forma".

Las quejas del gobierno español sobre los viajes de un miembro de la familia real británica a Gibraltar han sido una constante en las últimas décadas, en las que se han sucedido más de una decena de visitas reales al Peñón.

La visita con mayor repercusión fue la de Carlos de Inglaterra y Diana de Gales en 1981, cuando anunciaron su intención de comenzar su viaje de novios en Gibraltar, en el yate Britannia, y los reyes Juan Carlos y Sofía declinaron la invitación para asistir a su enlace.

La última en visitar el Peñón fue la princesa Ana, que en marzo de 2009 inauguró un centro médico militar. Era el tercer el viaje a Gibraltar de la princesa Ana, que en 1954 acompañó a su madre para conmemorar el 250 aniversario de la ocupación británica del Peñón.

Precisamente el príncipe Eduardo y su esposa tendrán el martes un encuentro con los "veteranos" que participaron en aquella visita de la reina, dentro de una apretada agenda que el gobierno de Gibraltar les ha preparado para que, en estos tres días, tengan la oportunidad de conocer todo tipo de habitantes de la comunidad.

El príncipe Eduardo y su esposa tienen previsto llegar al aeropuerto de Gibraltar a mediodía, y, tras un recibimiento del gobierno y la guardia de honor, pasearán por la calle y la plaza principal de la colonia.

Para que la bienvenida de los gibraltareños sea más calurosa, el gobierno ha dado unas horas libres a todos los trabajadores públicos que no sean esenciales, para que puedan salir a las calles a su encuentro.

Su agenda del lunes incluye también su asistencia al espectáculo 'Una audiencia con la reina', preparado por la Academia de Danza de Gibraltar, tras lo que pondrán la piedra fundacional del monumento al Jubileo de Diamantes, plantarán un árbol en conmemoración de este mismo aniversario y asistirán a una cena de honor.

El martes, además de saludar a los veteranos de la visita de la reina Isabel II en 1954, recorrerán las instalaciones de las fuerzas británicas en el peñón, desvelarán una placa para homenajear a los trabajadores marroquíes de Gibraltar, inaugurarán un parque infantil y asistirán a dos fiestas para celebrar el aniversario de la reina Isabel II.

Su agenda para este día también incluye la presentación de los premios Duque de Edimburgo y, entre otras visitas, una a las instalaciones portuarias, donde el conde de Wessex bautizará un nuevo barco y presentará los premios de una regata.

Y el miércoles, tras encontrarse con los líderes religiosos locales, se dirigirán al aeropuerto de Gibraltar, donde, antes de despedirse de la colonia, tienen previsto inaugurar oficialmente la nueva terminal, situada en la zona de la colonia que España considera ocupadailegalmente por el Reino Unido.

La nueva terminal, que aún no tiene nombre, entró en funcionamiento el pasado 26 de noviembre y está construida, al igual que la pista, en el terreno que une el Peñón con la Línea de la Concepción.

Se trata de un istmo de algo más de un kilómetro cuadrado de superficie que Londres se apropió en el siglo XIX, aprovechando que España permitió la construcción de campamentos para asistir a la población afectada por una epidemia de fiebre amarilla.

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