El PSOE abre la puerta a la 'vía naranja': acuerdo de investidura con Ciudadanos

  • Ferraz mantiene máxima reserva sobre las negociaciones pero ya empieza a enfriar un pacto con Podemos, tanto de Gobierno como programático.
Rivera y Sánchez Moncloa bolo
Rivera y Sánchez Moncloa bolo
EFE

Pedro Sánchez acudirá este jueves a la ronda de consultas con el Rey con buena parte de los deberes hechos. Tanto el PSOE como Moncloa ha trabajado con ahínco las combinaciones de pactos y ha llegado el momento de mover ficha. Ahora los socialistas se abren a una opción que pocos habían manejado: olvidarse del "no es no" que proclamaba Albert Rivera durante las campañas e intentar un acuerdo con Ciudadanos para lograr la investidura. Es la llamada 'vía naranja', una opción que en el núcleo duro del secretario general del PSOE está dispuestos a explorar. 

Las negociaciones se están llevando con el máximo sigilo. Pero los socialistas ya empiezan a expresar en privado por dónde se encamina su "partida de ajedrez", como definen todo. Quien más claro ha hablado hasta ahora es Emiliano García-Page, el barón de Castilla-La Mancha que gobernará los próximos cuatro años con mayoría absoluta y que dijo a las claras que "Sánchez está dispuesto a resetear y sorprender con Ciudadanos". Sería una reedición del 'pacto del abrazo' de 2016.

Pero conseguir el giro de Cs aún hay que trabajar, ya que los naranjas siguen enrocados en su "no es no" a Sánchez. Fuentes socialistas aseguran que hay que ser "cautos" y "estar tranquilos", pero ya miran hacia Rivera como el hombre capaz de desatascar una investidura que ayer, tras la ronda de contactos con el Rey, no quedaba nada clara. Por eso, la decisión de la Ejecutiva de Cs del pasado lunes de abrirse a pactar con el PSOE a nivel autonómico y local ha supuesto un punto de inflexión. El 'cordón sanitario' ha desaparecido y eso un paso a tener en cuenta.

Un acuerdo del PSOE y Ciudadanos es, precisamente, lo que anhelaba la gran empresa española antes del 28-A. Una cosa es la campaña y otra los pactos, decían. De hecho, siguen barajando en un posible 'reblandecimiento' de Albert Rivera y los suyos. Además, en la propia Ejecutiva naranja importantes dirigentes vienen deslizando durante las últimas semanas que como los números han dado no van a poder mantener ese veto indefinido a los socialistas y que no van a poder justificarlo por un pacto con los independentistas y los populistas.

Los números son lo que importan en la investidura y la 'vía naranja' haría presidente al candidato socialista. Así, Sánchez podría ser presidente con el apoyo de los 123 síes del PSOE, los 6 del PNV, los 2 de Coalición Canaria, los 2 de Navarra Suma (que ha exigido no pactar con los independentistas), el representante de Compromís y el apoyo del Partido Regionalista Cántabro. En total, 135 votos afirmativos. La clave estaría en la abstención de Cs (57 diputados) y de Unidas Podemos (42). Los 66 votos negativos del PP, los 24 de Vox, los 15 de ERC y los 7 de JxCAT (siempre que los presos renuncien a sus actas) no serían suficientes para que el líder de los socialistas fuera investido. EH Bildu (4 representantes) todavía no ha decidido qué hará. Hay que recordar que el presidente podría ser investido a la segunda votación con mayoría simple.

Lo que sí se empezó a relativizar durante el día de ayer es la opción de un pacto con Unidas Podemos, ya sea en forma de Gobierno de coalición o de acuerdos programáticos. Las sumas son claras, más si cabe cuando Coalición Canaria ha puesto a los socialistas una línea roja infranqueable: si quiere sus dos votos debe olvidarse de pactar de cualquier forma con Pablo Iglesias. Fuentes socialistas enfriaban ayer mismo esta posibilidad porque "los números no dan".

En estos momentos esta partida de ajedrez se está jugando en varios tableros. De hecho, Ferraz maneja algunas piezas que podría intercambiar con Cs a cambio de la investidura de Sánchez. Una de ellas es el Ayuntamiento de Madrid para Begoña Villacís. De momento es pronto para avanzar en los pactos a nivel autonómico y local que darán una idea de cómo se desarrollan los acuerdos en el Congreso. Un diputado socialista desliza, incluso, que un acuerdo con la formación naranja les serviría para poder desvincularse de la foto de Colón, junto al PP y Vox.

Sánchez tiene claro que su investidura será lo último. El Gobierno ha pensado en la primera o segunda semana de julio como fecha probable para esta sesión. Es decir, primero se cerrarán los pactos locales y autonómicos y, más tarde, será el turno de cerrar la gobernabilidad de España. En un mes todo se decidirá.

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