El psoe afirma que al gobierno “le sobran universitarios, pero le faltan universidades privadas”


El secretario de Educación del PSOE, José Miguel Pérez, señaló este sábado que el Gobierno, con la aprobación ayer en el Consejo de Ministros del real decreto de creación, reconocimiento, autorización y acreditación de centros universitarios, deja claro que “le sobran universitarios, pero le faltan universidades privadas”.
Pérez señaló que el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, finalizará su mandato con “sus señas de identidad inconfundibles: la imposición y la privatización de la educación”.
“Hoy, en España, hay dos perspectivas sobre la educación radicalmente diferentes: una, la que pretende hacer un buen negocio con ella, y otra, que entiende su importancia para asegurar un derecho, así como su indispensable papel para el desarrollo del conjunto de la sociedad", recalcó.
Pérez subrayó que el real decreto está encaminado a “extender la privatización, mediante un sistema que facilita la proliferación de centros sin garantías, que desatiende los criterios de calidad, transparencia e interés público que deberían regir la política universitaria".
"Desde el inicio de su mandato, Wert ha hecho todo lo posible para dificultar y restringir el acceso a la educación superior mediante una desproporcionada subida de precios públicos de matrícula, el endurecimiento de los criterios para las becas y el recorte de recursos dedicados a la universidad pública. El último paso ha sido allanar el camino a la oferta privada con la aprobación de este decreto", agregó.
"ATAQUE" A LA EDUCACIÓN PÚBLICA
Pérez consideró “imprescindible un cambio de Gobierno en el menor tiempo posible que permita revertir esta política de ataque al sistema público educativo, recuperar el diálogo con la comunidad universitaria y derogar aspectos como la tasa de reposición, el decreto de estructura de grados y la privatización deliberada de la formación superior”.
Por último, destacó que los resultados electorales del pasado 24 de mayo demuestran que “es necesaria la paralización de la reforma educativa, en este caso universitaria, y la apertura de un proceso de diálogo y trabajo para el acuerdo que alumbre una nueva política desde las premisas de asegurar el derecho a la educación, la calidad para todos el sistema público”.
“En definitiva, abandonar la imposición de políticas educativas con soluciones caducas propias de otros siglos y que poner las bases de un modelo a la altura de nuestros retos en el siglo XXI”, concluyó.

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