El rechazo a las reformas de Bachelet saca de su letargo a la derecha chilena

  • El rechazo a las reformas que está impulsando el Gobierno de Michelle Bachelet, especialmente los cambios en materia tributaria, está sacando a la derecha chilena del largo letargo en el que cayó tras su derrota en las elecciones presidenciales y parlamentarias.

Manuel Fuentes

Santiago de Chile 2 may.- El rechazo a las reformas que está impulsando el Gobierno de Michelle Bachelet, especialmente los cambios en materia tributaria, está sacando a la derecha chilena del largo letargo en el que cayó tras su derrota en las elecciones presidenciales y parlamentarias.

En noviembre pasado, los dos partidos que han vertebrado la derecha en Chile desde los años ochenta, la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN), cayeron en un profundo sopor político.

Esta crisis se agravó en el caso de RN con la salida de parlamentarios y destacados dirigentes que crearon su propia formación política o pasaron a engrosar las filas independientes.

La consecuencia fue la atomización del sector conservador, en el que ahora también operan las organizaciones Evolución Política y Amplitud, escindidas de la derecha tradicional, y movimientos juveniles emergentes como Movilidad Popular y la fundación Chile Siempre.

Desde su retorno al palacio de La Moneda, en marzo pasado, la presidenta Bachelet se ha volcado en impulsar las iniciativas que se comprometió a poner en marcha en los primeros cien días de gobierno.

Entre éstas destaca un nuevo modelo educativo y una reforma tributaria que pretende recaudar 8.200 millones de dólares para financiar el acceso universal y gratuito a una enseñanza superior de calidad, entre otros proyectos.

Además, el Gobierno de la Nueva Mayoría, integrado por un amplio espectro político que abarca desde la Democracia Cristiana hasta el Partido Comunista, también ha decidido poner fin al sistema electoral binominal, una de las claves del actual modelo político chileno.

Descrito por la mandataria como "una espina clavada en el centro de la democracia", el sistema binominal, heredado del régimen pinochetista, ha favorecido históricamente a la derecha.

Ello, debido a que con menos votos el sistema le otorgaba la misma representación que al bloque de centroizquierda, además de marginar a los partidos minoritarios y a los independientes.

Aunque con los cambios algunos legisladores oficialistas verán amenazada su reelección, las críticas a la reforma política se han concentrado en la Unión Demócrata Independiente, que argumenta que el aumento de parlamentarios supondrá un considerable incremento del gasto público.

Pero la disputa más agria entre el Gobierno y la oposición se desató el pasado lunes, cuando el Ejecutivo difundió un vídeo en el que explicaba los alcances de la reforma tributaria.

Ese día, representantes de Renovación Nacional y la UDI se reunieron con Sebastián Piñera en la sede de Chile Avanza, la fundación creada por el expresidente para el estudio de las políticas públicas y que algunos consideran una plataforma para su reelección en 2017.

A la salida del encuentro, los parlamentarios y dirigentes de la derecha se fueron en tromba contra la iniciativa gubernamental, que calificaron de "falsa, odiosa y virulenta".

Además, los partidos de la derecha denunciaron que la campaña audiovisual era ilegal porque hacía publicidad de un proyecto de ley que todavía se está discutiendo en el Parlamento.

Al día siguiente, la polémica subió de tono, cuando la Confederación de la Producción y el Comercio, la principal organización empresarial del país, acusó al Ejecutivo de fomentar el odio y dinamitar la convivencia social.

Los grandes empresarios se sintieron atacados en el vídeo, en el que se afirma que quienes critican la reforma tributaria son "los poderosos de siempre" y que "un jefe paga proporcionalmente menos impuestos que una secretaria".

En medio de la discusión, los parlamentarios de la coalición opositora presentaron una reclamación ante la Contraloría de la República para que determine si el vídeo vulnera las normas que regulan los gastos en publicidad y difusión de la administración pública.

Pero no sólo los empresarios se han sumado a las críticas de los partidos conservadores. También la iglesia católica ha planteado objeciones a la reforma educativa anunciada por la presidenta Bachelet.

En un documento publicado en su sitio web, la Conferencia Episcopal de Chile, plantea objeciones a los cambios propuestos por el Gobierno y sale en defensa del sistema de educación privada y la necesidad de que siga recibiendo recursos públicos.

A pesar del rechazo de sectores políticos, económicos y sociales conservadores, las reformas en materia educativa, tributaria y electoral tienen muchas posibilidades de salir adelante, dada la holgada mayoría parlamentaria del oficialismo.

Mostrar comentarios