Mensaje de Navidad

Felipe VI ensalza a los sanitarios y pide que no se baje la guardia contra el virus

Felipe VI, que tuvo un recuerdo para las familias que han sufrido pérdidas debido a la epidemia, defendió que los retos en la sanidad, como los económicos o sociales, son “enormes, pero no insalvables”.

sanitarios con el Rey
El Rey ensalza a los sanitarios y pide no bajar la guardia contra el coronavirus.
Francisco Gomez

Un año de batas blancas y héroes. El rey Felipe VI quiso en su Mensaje de Navidad reconocer el trabajo realizado por los sanitarios en este duro ejercicio de pandemia, en el que se han erigido como punta de lanza de la sociedad frente al virus. “Les damos una vez más las gracias por su enorme esfuerzo, su extraordinaria profesionalidad y su gran humanidad con los enfermos”, resaltó, antes de insistir en la enorme carga emocional y física que han acarreado sobre sus espaldas. Lo hicieron en marzo, “frente a los primeros embates del virus en situaciones extremas y también de desbordamiento en algunos de nuestros hospitales”, y hoy también en esta segunda ola. “Les pedimos que mantengan todo el ánimo y toda la fortaleza y que sigan cuidando de nuestra salud”, remachó.

Con el inicio de la vacunación a la vuelta de la esquina en España, el Rey incidió en que la superación de la enfermedad llegará gracias a la ciencia y la investigación. “Los nuevos tratamientos contra el virus y el desarrollo de las vacunas que están en marcha nos ofrecen ya una gran esperanza. Pero mientras tanto, tenemos mucho que hacer”, dijo. Y es que el monarca no quiso obviar la importancia del compromiso particular para lidiar contra la Covid, poniendo énfasis en la necesidad de no caer en la complacencia ni confiarse. “La responsabilidad individual sigue siendo imprescindible y es un instrumento efectivo de lucha contra el virus. Por eso es tan importante mantenernos prevenidos y no bajar la guardia”, zanjó.

Felipe VI, que tuvo un recuerdo para las familias que han sufrido pérdidas debido a la epidemia, defendió que los retos sanitarios, como los económicos o sociales, son “enormes, pero no insalvables”. En esta línea, definió su superación como un “objetivo nacional” que debe animar la unidad de todos los españoles. En la retaguardia, un Estado sólido y unos servicios públicos que han funcionado bien. “La pandemia nos ha revelado aspectos que necesitan ser mejorados y reforzados, pero también nos muestra nuestras fortalezas como Estado avanzado. Lo hemos comprobado, por ejemplo, con la eficacia y entrega de nuestras Fuerzas Armadas, de nuestros Cuerpos de Seguridad, Protección Civil y servicios de Emergencias, y otros muchos servidores públicos, que han demostrado su vocación de servicio y su plena sintonía con nuestra sociedad”, expuso con convicción.

Además, el Rey dedicó parte de su discurso, uno de los más sociales y económicos que ha pronunciado, a glosar las excepcionales circunstancias que han marcado el año 2020. “En estos momentos, muchos ciudadanos lucháis contra la enfermedad o sus secuelas en vuestras casas, en hospitales o en residencias. A todos os envío especialmente hoy mi mayor ánimo y afecto”, aseveró. Pese a ese reconocimiento, se esforzó en alentar un esfuerzo extra. “La respuesta a una crisis tan severa como la que estamos viviendo no puede venir de la mano de más desánimo o de más desconfianza. La situación es grave. Pero, aún así, tenemos que afrontar el futuro con determinación y seguridad en nosotros mismos, en lo que somos capaces de hacer unidos, con ánimo y esperanza; con confianza en nuestro país y en nuestro modelo de convivencia democrática”, advirtió, rematando: “El virus no nos va a doblegar”.

Y es que frente al ruido que ha jalonado la previa de su discurso, Felipe VI apostó por poner el foco en las personas y el ejemplo que durante estos meses han desplegado frente a las dificultades. “Todo eso lo hemos comprobado personalmente la Reina y yo durante este tiempo -resaltó-. En el campo y en la mar; en los pueblos y en las ciudades; en los mercados, en las fábricas hemos visto el coraje y el nervio de este país. Hemos sentido el pulso de nuestra sociedad que, pese a todo, ha mantenido a España en pie”. Con el apoyo de organizaciones solidarias, cuya eficacia buscó poner de relieve, destacó que la sociedad ha afrontado estos meses con entereza, responsabilidad y serenidad. “Los dos tenemos en nuestra memoria la imagen viva de esos miles de ciudadanos que representan a una sociedad que se ha sentido más unida que nunca en su lucha y resistencia frente a una situación tan adversa”, afirmó. 

En su reflexión sobre el año que ahora se cierra, Felipe VI apuntó cómo el virus "ha irrumpido en nuestras vidas trayendo sufrimiento, tristeza o temor", al tiempo que alteraba "nuestra manera de vivir y trabajar". Por ello, sostuvo que la crisis económica no puede en ningún caso derivar en una crisis social. "Cada persona importa y mucho -expuso-. Por tanto, las personas y las familias deben ser nuestra preocupación fundamental. Especialmente nuestros jóvenes; su nivel de desempleo es altísimo, y no pueden ser los perdedores de esta situación. Nuestra juventud merece tener la formación más adecuada, crecer personal y profesionalmente, y llevar a cabo sus proyectos. España no puede permitirse una generación perdida".

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