El rey jordano dice que las elecciones marcan el inicio de una nueva era

Ammán, 24 ene.- El rey jordano, Abdalá II, aseguró hoy que las elecciones legislativas de ayer se desarrollaron con éxito y que conducirán a una "nueva era" en el país con la formación de gobiernos parlamentarios y la consolidación de la democracia.

En un encuentro con observadores internacionales, Abdalá II subrayó que los comicios, que fueron boicoteados por la oposición, demuestran el deseo de los jordanos de implicarse en política y en el proceso de toma de decisiones, según las declaraciones recogidas por la agencia oficial Petra.

El monarca agradeció a los observadores su trabajo en la supervisión de la votación a la Cámara baja del Parlamento, que -dijo- transcurrió de acuerdo a "altos niveles de transparencia".

El soberano añadió que espera que la nueva cámara realice sus funciones legislativas y supervisoras de forma eficiente y contribuya al proceso de construcción del país.

Ahora comenzarán las consultas de los bloques parlamentarios para elegir a un primer ministro y formar gobierno, según el rey.

Abdalá II reiteró que para garantizar las reformas es necesario "un proceso gradual basado en el consenso y el respeto del pluralismo social".

De acuerdo a los resultados parciales anunciados hoy por la Comisión Electoral Independiente (CEI), los candidatos tradicionales tribales, que constituyen un fuerte apoyo al régimen, obtuvieron gran parte de los escaños de la Cámara baja.

Hasta el momento, la comisión solo ha anunciado los datos de los candidatos individuales de 39 de las 45 circunscripciones y no ha informado de los resultados obtenidos por las listas cerradas que competían a nivel nacional por 27 escaños de los 150 de la cámara.

El Frente de Acción Islámica (FAI), brazo político de los Hermanos Musulmanes jordanos, que boicoteó las elecciones, aseguró hoy que la Cámara baja será incapaz de adoptar las reformas políticas demandadas y puso en duda la integridad del proceso electoral.

Las elecciones parlamentarias anticipadas jordanas, que se enmarcan en el proceso de reformas prometido por el monarca, se celebraron tras casi dos años de frecuentes protestas sociales inspiradas en la primavera árabe.