El rey Juan Carlos asegura que seguirá su apoyo a empresarios iberoamericanos

Madrid, 2 oct.- El rey Juan Carlos, quien abdicó en junio en su hijo Felipe VI, garantizó hoy a empresarios iberoamericanos que seguirán contando con todo su apoyo y se mostró orgulloso de que su hijo sea el encargado de "seguir promoviendo al más alto nivel" las relaciones de España con las "naciones hermanas" de esta "Comunidad Histórica".

En su primer discurso en España desde que firmó la abdicación, el pasado 18 de junio, don juan Carlos agradeció el "Reconocimiento a la Integración Iberoamericana" con que le ha distinguido el Consejo Empresarial de América Latina (CEAL), que celebra estos días en Madrid su XXV Asamblea Plenaria.

"Durante mi reinado, siempre tuve como un objetivo prioritario contribuir con todas mis fuerzas a la afirmación de la Comunidad Iberoamericana y al estrechamiento de las relaciones de España con todas las naciones hermanas", ha recordado, antes de subrayar: "Una Comunidad que hunde sus raíces en siglos de historia y que todos tenemos el deber de mantener y reforzar siempre".

Tras elogiar la labor de CEAL en favor de un espacio empresarial iberoamericano que ayude a "crear riqueza, generar empleo y apoyar los esfuerzos de integración", don Juan Carlos valoró los "altos niveles de excelencia" que han logrado "muchas empresas españolas" al proyectarse hacia las economías de estos países y contribuir "a su crecimiento y al mayor progreso de sus sociedades".

Ante cerca de 400 empresarios españoles y de países iberoamericanos en el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid, el padre del monarca español ha reafirmado su compromiso con esta comunidad de naciones y ha concluido así su intervención: "Sabéis que contáis y podréis seguir contando con todo mi apoyo".

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, elogió el "reinado glorioso" que dejó hace tres meses don Juan Carlos, a quien ha definido como "el mejor embajador de la Marca España".

El discurso de esta noche es el segundo que pronuncia don Juan Carlos desde su abdicación, tras sus palabras del 6 de agosto en Bogotá, donde representó a España en la toma de posesión del presidente colombiano, Juan Manuel Santos.