Sánchez se cita con Casado y Arrimadas tras el encargo del Rey y presiona a ERC

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez
EFE

El líder del PSOE y presidente en funciones, Pedro Sánchez, ha anunciado este miércoles que intentará formar Gobierno tras el encargo que le ha hecho el Rey, pero se ha citado el próximo lunes con el responsable del PP, Pablo Casado, y la dirigente de Ciudadanos, Inés Arrimadas (tal y como le habían pedido), en una clara estrategia de presionar a los separatistas catalanes de ERC, con los que no ha logrado todavía llegar a un mínimo acuerdo para garantizar su investidura. 

Felipe VI ha encargado a Pedro Sánchez la formación de un nuevo Ejecutivo, sin que el líder socialista haya cerrado todavía un acuerdo con los soberanistas de ERC y, por tanto, sin tener seguro que cuente con los suficientes votos para sacar adelante esa investidura. Después de dos jornadas maratonianas de entrevistas con los líderes de las principales formaciones políticas en el Congreso, el rey ha comunicado a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que Sánchez será el encargado de formar Gobierno. 

Sánchez ha admitido que para poder sacar adelante la próxima legislatura, va a necesitar grandes consensos y llevar adelante un diálogo con todas las partes. De hecho, ha anunciado que, tras sus encuentros con PPy Cs, la portavoz socialistas, Adriana Lastra, se reunirá con todos los partidos políticos que tienen presencia en el Hemiciclo. De la misma manera y en busca de ese gran consenso, el presidente en funciones pretende hablar también antes de su investidura con todos los responsables autonómicos y con el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), para tener también la postura de los ayuntamientos. 

Tras el encargo del monarca, se abre un periodo para que Batet marque la fecha en la que se celebrará el debate de investidura, que debe ser adoptada por mayoría absoluta en una primera sesión y, si no es posible, por mayoría simple en un segundo encuentro. Hasta que se decida esa fecha, Sánchez y los negociadores del PSOE cuentan con un margen amplio para cerrar un pacto de gobierno con Unidas Podemos y, de forma paralela, negociar el respaldo del partido separatista catalán, aunque solo sea para contar con su abstención en la segunda vuelta de las votaciones y salir investido por mayoría simple.

Tras las anteriores elecciones del 28-A, la presidenta del Congreso tardó la friolera de 49 días en convocar el pleno de investidura, si bien en ese periplo de tiempo se celebraron también las elecciones municipales y autonómicas. Todas las fuentes políticas consultadas apuntan que ese periodo de tiempo será ahora menor, a la vista de que los dos procesos negociadores de los que depende la investidura parecen bastante avanzados, pese a que no se hayan culminado todavía.

Tanto el líder de los nuevos socios de gobierno del PSOE, Pablo Iglesias, como los negociadores de ERC, han advertido que no tienen prisa por llegar a un acuerdo con Sánchez y no descartan que haya que esperar al mes de enero para poder cerrar un nuevo Ejecutivo, que cuente con garantías de estabilidad. En ese proceso no solo es importante tener los apoyos para la investidura de Sánchez, que se pueden lograr con una mayoría simple, sino que dependerá en gran medida de que se cuente con una mayoría absoluta para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado en el primer trimestre del año. Cabe recordar que el rechazo a las cuentas del Estado por parte de ERC fue lo que provocó las anteriores elecciones generales.

En ese contexto, las exigencias que desde la formación catalana se están poniendo sobre la mesa de negociación no facilitan el acuerdo final, dado que mezclan cuestiones como la autodeterminación y la situación de los presos del ‘procés’, con condiciones económicas y pactos e inversión que se salen de las posibilidades que tiene el Estado sin agraviar de forma importante al resto de las comunidades autónomas.

En las dos preguntas dobles que el presidente en funciones ha permitido al anunciar su candidatura a presidente, Sánchez ha insistido en que las negociaciones van "por buen camino", pero se ha negado a dar más detalles. Eso sí, ha insistido en que todos los acuerdos se harán públicos en cuanto se alcancen, "pero todas las negociaciones, para que lleguen a buen puerto, deben ser discretas".   

Mostrar comentarios