El aborto en Argentina seguirá siendo delito: el Senado rechaza su legalización

  • La despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo sí había sido aprobada por el Congreso en junio, pese a la oposición de Macri. 
Manifestante a favor de la legalización del aborto, que pese a la presión ciudadana ha sido rechazada por el Senado
Manifestante a favor de la legalización del aborto, que pese a la presión ciudadana ha sido rechazada por el Senado
EFE

Las  mujeres argentinas seguirán sin poder abortar legalmente. Así lo ha decidido el Senado argentino, que tras un debate histórico que ha absorbido y  dividido al país durante las últimas semanas, ha rechazado el proyecto de ley para la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo. De haberse aprobado, la normativa hubiera permitido a las mujeres abortar hasta la semana 14 de gestación, ampliando los supuestos de violación y peligro para la madre que actualmente sí contempla la ley y que data de 1921. 

Más de 16 horas de debate para un resultado ya previsto que ha sido anunciado de madrugada: 38 votos en contra y 31 a favor, más una abstención y una ausencia (un total de 72 escaños). La misma diferencia de votos con los que el proyecto de ley sí pasó en la Cámara de los Diputados el pasado 14 de junio: 129 votos a favor, una abstención y 123 en contra. Esa vez, sin contar con la aprobación del presidente argentino, Mauricio Macri, que habría impedido hasta en seis ocasiones que dicho tema no entrase siquiera al Parlamento, el debate duró hasta 23 horas. 

Tras el rechazo a la nueva ley, continuará vigente la legislación de 1921, que pena con hasta cuatro años de cárcel a las mujeres que se practican abortos. Los defensores de la ley pretendían incluirlo dentro del sistema nacional de salud como una prestación básica, en un país en el que cada año una media de entre 47.000 y 52.000 mujeres son hospitalizadas por complicaciones derivadas de abortos clandestinos mal realizados. Además, en 2016, según estadísticas oficiales, 43 mujeres perdieron la vida por esta causa. Mientras tanto, ajenos a estas cifras, los senadores en contra siguen "apostando por la vida, por los nuevos soñadores", como ha declarado la peronista María Teresa González. 

La mayoría del Senado en contra esgrime argumentos a favor del derecho a la vida y se escudan en valores "católicos, apostólicos y romanos", como se ha definido Adolfo Rodríguez Saá, uno de los cinco presidentes que tuvo el país en 11 días, durante la grave crisis de diciembre de 2001, la del 'corralito'. "Hay casos donde la violación no tiene violencia sobre la mujer", ha defendido Rodolfo Urtubey, peronista que ha votado 'no'. Para Esteban Bullrich, de la formación Cambiemos "el aborto es un fracaso social" y considera que "la maternidad no debería ser un problema".

La expresidenta argentina, Cristina Kirchner, ya había adelantado que su voto sería a favor de la despenalización: "Estamos rechazando un proyecto sin proponer nada alternativo y la situación va a seguir siendo la misma" declaró en relación a que la ilegalización no haría reducir el número de abortos en Argentina. Otras dos kirchneristas, Nancy González e Inés Pilatti Vergara, criticaron duramente a la Iglesia, que se ha opuesto con firmeza al proyecto de ley. 

El proyecto no podrá ser planteado de nuevo en el Congreso hasta el próximo 1 de marzo de 2019 con el comienzo del nuevo curso legislativo, y además tendrá que empezar de cero. Mientras tanto, en las calles y bajo la lluvia, miles de mujeres con pañuelos verdes, el color que representa a aquellos a favor de la legalización del aborto, han inundado las calles. También se han manifestado los que rechazan la propuesta, de color azul celeste y con el apoyo de los sectores más conservadores de la sociedad argentina y de la Iglesia. Tras la votación, en las inmediaciones del Congreso se han registrado incidentes entre los grupos de manifestantes, que se han saldado con al menos siete detenidos, según la prensa local.

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