El Senado mexicano aprueba la reforma fiscal, pese al rechazo del PAN

  • El Senado mexicano aprobó hoy la reforma fiscal presentada por el presidente Enrique Peña Nieto con importantes modificaciones, entre ellas un impuesto del 8 % a la comida chatarra, y sin la presencia del conservador Partido Acción Nacional (PAN).

México, 31 oct.- El Senado mexicano aprobó hoy la reforma fiscal presentada por el presidente Enrique Peña Nieto con importantes modificaciones, entre ellas un impuesto del 8 % a la comida chatarra, y sin la presencia del conservador Partido Acción Nacional (PAN).

La iniciativa de Peña Nieto, que sufrió modificaciones en la Cámara de Diputados, fue aprobada con cambios por los senadores del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el izquierdista de la Revolución Democrática (PRD).

Ambas fuerzas políticas pactaron una serie de cambios a la iniciativa fiscal para sacarla adelante después de que la madrugada del miércoles el PAN abandonara la sesión por no haber sido tomadas en cuenta sus propuestas.

Los senadores del PRI y del PRD aumentaron del 5 al 8 % el gravamen a los alimentos de alto contenido calórico y ampliaron del 47 al 53 % las deducciones a las prestaciones laborales.

También redujeron del 31 al 30 % el impuesto sobre la renta para las personas que ganen entre 500.000 y 750.000 pesos anuales (entre 38.491 y 57.737 dólares) para no afectar los ingresos de la clase media.

Después de ese rango, el Impuesto Sobre la Renta (ISR) aumenta de manera progresiva del 32 hasta el 35 % para quienes tienen ingresos anuales superiores a los 750.000 pesos mexicanos (57.737 dólares).

Sobre el seguro de desempleo, los senadores decidieron que este no se fondee con los recursos que los trabajadores aportan para la vivienda, sino con el presupuesto del Gobierno.

Además, establecieron que el 50 % de los impuestos sobre las ganancias a las compañías mineras sean dirigidos a los municipios donde están establecidas dichas firmas.

La Cámara alta ratificó el aumento del IVA al 16 % en las zonas fronterizas, que gozaban de un régimen especial con un gravamen del 11 %, una de las medidas más criticadas por el PAN, que sostiene que el más elevado gravamen afectará a la economía de esas regiones.

También avaló un impuesto a las bebidas azucaradas en un intento por reducir el consumo y bajar los elevados índices de obesidad entre la población mexicana.

Debido a las modificaciones realizadas en el Senado, la iniciativa regresará a la Cámara baja para que ésta dé su aprobación a las modificaciones.

El presidente del PAN, Gustavo Madero, dijo ayer que los impuestos incluidos en esa reforma "son tóxicos" y debilitan la fuerza de las familias, las empresas y la competitividad del país.

Sin embargo se negó a señalar si el PAN saldrá del Pacto por México, del que dijo "ha estado amenazado de muerte desde su concepción todos los días", ante los llamados de los legisladores de su agrupación a abandonar el acuerdo por las discrepancias en torno a la reforma fiscal.

El Pacto por México fue firmado el 2 de diciembre pasado por Peña Nieto y las tres principales fuerzas políticas del país (PRI, PAN y PRD) para impulsar las reformas estructurales que requiere el país.

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