El supremo absuelve a las empresarias acusadas de pagar voluntariamente el “impuesto revolucionario”


El Tribunal Supremo ha rectificado a la Audiencia Nacional y ha decidido absolver a las empresarias Blanco Rosa Bruño y María Isabel Bruño, quienes fueron condenadas a sendas penas de un año y tres meses de prisión por un delito de colaboración con banda armada por pagar presuntamente de forma voluntaria el “impuesto revolucionario” y aportar al menos 6.000 euros a la banda terrorista.

La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, si bien reconoció en su sentencia la existencia la "eximente incompleta de miedo insuperable”, destacaba al mismo tiempo su relación con formaciones ilegalizadas y admitía que actuaron con "cierto grado de beneplácito" a la hora de pagar 6.000 euros a la banda terrorista.
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo considera ahora en cambio que no puede probarse que las empresarias actuasen con “un cierto ánimo de contribuir financieramente con la organización terrorista”, según se recoge en la sentencia hecha pública hoy.
Los magistrados del Alto Tribunal, presididos por Carlos Granados, consideran que la Audiencia Nacional no tuvo en cuenta las “vivencias anteriores” de las hermanas Burño y destacan que su padre tuvo que vivir con escolta al negarse a pagar la extorsión etarra.
“No existe prueba concluyente de que la aportación económica fuese realizada por ambas hermanas movidas por razones ajenas o superpuestas a la propia extorsión a la que habían sido sometidas”, señala la resolución, que estima el recurso de las empresarias y anula la sentencia de la Audiencia Nacional.
CARTA DE “THIERRY”
Las hermanas, propietarias de una empresa comercializadora de marisco con sede en Usúrbil (Guipúzcoa), recibieron a lo largo del año 2003 una carta de ETA en la que se les reclamaba "el pago de 120.000 euros".
Las hermanas Bruño contactaron con la organización terrorista para negociar el pago y enviaron una carta a ETA pidiendo una disminución de la cantidad a aportar.
Las empresarias estaban acusadas de entregar "voluntariamente" un total de 6.000 euros.
Los agentes encontraron en el domicilio de Burdeos en el que fue detenido el ex número uno de ETA Francisco Javier López Peña, alias "Thierry", y otros tres dirigentes de la organización terrorista, una carta, fechada en abril de 2008, en la que la banda agradecía a las hermanas Bruño su "aportación". Esta misiva hacía una llamada al "patriotismo" y "al compromiso con los fines de ETA para nuevas aportaciones".

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