Miami (EE.UU.), 29 may.- Tan sólo unas horas antes de la ejecución prevista de un reo que lleva 21 años en el corredor de la muerte, el Tribunal Supremo de EE.UU. anunció hoy su rechazó a un recurso interpuesto por el condenado.
Aunque Elmer Leon Carroll, de 56 años, fue condenado a la pena capital en 1992 por la violación y estrangulamiento de una niña hace 21 años cerca de Orlando (Florida), el gobernador de este estado, Rick Scott, no firmó la orden de su ejecución por inyección letal hasta el mes pasado.
Además, hasta hoy mismo su defensa esperaba que alguno de sus recursos legales impidiera su ejecución, alegando que el nombre tenía problemas mentales cuando cometió esos delitos, al igual que ahora.
La decisión de la máxima instancia judicial de EE.UU. se conoce tan sólo unas horas antes de que se cumpla con la ejecución de Carrol, programada para las 18.00 hora local (22.00 GMT).
En 1992 este hombre fue condenado a cadena perpetua y pena de muerte por la violación y el asesinato en primer grado en noviembre de 1990 de Christine McGowan, una niña de diez años que vivía cerca del albergue donde se hospedaba el condenado, quien ya había sido detenido en ocasiones anteriores por acosar a menores e incluso había expresado a un conocido cierto interés por esta niña.
La menor fue encontrada muerta en su cuarto por su padrastro y no se tardó luego en localizar a Carroll, que tenían sangre de la niña en el cuerpo, al tiempo que en el dormitorio se encontraron restos de semen y saliva del violador, según se fue conociendo durante el juicio.
Pese a que lleva 21 años esperando su ejecución, Carroll no es de los que más tiempo acumula, ya que entre los 405 presos que están en el corredor de la muerte de Florida hay quienes llegaron hace más de 40 años.
Ahora, el gobernador de Florida tiene sobre su mesa una ley que busca recortar esos plazos y agilizar las ejecuciones, las más numerosas de Estados Unidos después de Texas, que lidera con gran ventaja este ránking.
El proyecto de ley conocido como "Time Justice Act" (HB 7083), que sólo está pendiente de la firma de Scott, no sólo limita el número de apelaciones posibles por parte de los acusados, sino que reduce el plazo de tiempo para que el gobernador emita una orden de ejecución una vez que ha concluido el proceso de clemencia.
Desde que en 1979 se restauró la pena capital en Florida, han sido ejecutadas 75 personas, 6 de ellas desde que Scott asumió su cargo en 2011.
Sólo en lo que va de 2013, ha firmado cinco órdenes de ejecución, un ritmo que jamás se había visto antes en este estado, aunque hasta el momento sólo una se ha podido aplicar, porque las demás tienen recursos pendientes.
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