El trabajo forzoso genera ganancias anuales de 150.000 millones de dólares

  • El trabajo forzoso genera ganancias anuales ilegales de 150.000 millones de dólares, según un estudio publicado hoy por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que revela que más de la mitad de las víctimas son mujeres.

Ginebra, 20 may.- El trabajo forzoso genera ganancias anuales ilegales de 150.000 millones de dólares, según un estudio publicado hoy por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que revela que más de la mitad de las víctimas son mujeres.

El informe se basa en datos primarios, no en estimaciones y, por primera vez demuestra la correlación entre trabajo forzoso y pobreza.

El trabajo forzoso implica un elemento de coacción, es decir ejercer una actividad sin haber dado el consentimiento previo y sin poder ser libre para dejar de realizarla.

Según las estimaciones mundiales de la OIT, alrededor de 55 por ciento de las víctimas son mujeres, dado que en la explotación sexual comercial y en el trabajo doméstico, la gran mayoría de las víctimas son mujeres y niñas.

Asimismo, otra de las conclusiones a las que ha llegado la OIT es que el 44 por ciento de las víctimas migraron dentro o fuera de las fronteras internacionales antes de ser sometidas al trabajo forzoso.

Las nuevas cifras se basan en los datos de la OIT publicados en 2012 que estimaban el número de personas víctimas del trabajo forzoso, de la trata y de la esclavitud moderna en 21 millones.

La gran mayoría, el 90 %, se da en la economía privada, en contraposición a la explotación ejercida por el Estado (trabajo carcelario no regulado, reclutamiento forzoso de niños en el Ejército, etc).

Los beneficios generados por el trabajo forzoso son ilegales por definición, recuerda el estudio, que indica que anualmente se generan ganancias que ascienden a 150.000 millones de dólares.

Del total estimado, dos terceras partes, es decir 99.000 millones, provienen de la explotación sexual comercial, mientras que 51.000 millones de la explotación forzosa con fines económicos, que abarca el trabajo doméstico, la agricultura y otras actividades económicas.

De éstos, las ganancias producidas por el trabajo forzoso en la agricultura, incluyendo la silvicultura y la pesca, se estiman en 9.000 millones de dólares por año.

Estas cifras fueron calculadas en función de la diferencia entre el valor añadido correspondiente al trabajo y los salarios pagados a las víctimas del trabajo forzoso en ese sector.

Las ganancias generadas por la construcción, la industria, la minería y otros servicios se estiman en 34.000 millones de dólares al año.

El informe considera, asimismo, que los hogares privados que emplean a trabajadores domésticos en condiciones de trabajo forzoso ahorran alrededor de 8.000 millones de dólares anuales al no pagar los salarios o pagar menos de lo que deben a sus trabajadores.

Estos ahorros se calcularon según la diferencia entre el salario que el trabajador doméstico debería recibir y el real que se paga a las víctimas del trabajo forzoso.

El estudio señala que se puede estimar que los empleados domésticos en situaciones de trabajo forzoso reciben de media un 40 por ciento del salario que les corresponde.

Asia y el Pacífico es la región donde se concentra con creces el mayor número de trabajadores forzosos, unos 12 millones (56 por ciento) del total general, mientras que los países de Europa Central, Sudoriental y Oriental (no UE) y la Comunidad de Estados Independientes (CEI) tienen la mayor tasa de prevalencia con 4,2 víctimas por cada 1.000 habitantes.

Respecto a las ganancias anuales generadas por el trabajo forzoso, en América Latina se sitúan en 12.000 millones de dólares.

La principal conclusión del informe es la correlación entre la pobreza de los hogares y la mayor facilidad para ser víctimas del trabajo forzoso.

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