La tragedia de María y Alberto, de Galicia a morir en la masacre de Sri Lanka

  • Ella trabajaba en una empresa de Padrón y su novio estaba destinado en una filial de Profand en India. Sus cuerpos fueron reconocidos por los tatuajes
María y Alberto, los jóvenes españoles muertos en Sri Lanka
María y Alberto, los jóvenes españoles muertos en Sri Lanka
EFE

"Son una pareja muy conocida y querida". Las localidades de Pontecesures y Rianxo lloran la muerte de sus vecinos María y Alberto, dos jóvenes gallegos de poco más de 30 años que fallecieron el Domingo de Resurrección en los atentados de Sri Lanka, donde la cifra de muertos asciende a 310. Ella viajó a la India, donde trabaja su pareja, para pasar juntos unos días de vacaciones. Un día antes del golpe terrorista, la joven actualizaba su perfil de Facebook con una foto en la que se ve una puerta con figuras de Buda. Su hotel fue uno de los tres objetivos y su familia no tenía noticias suyas desde entonces. Al final llegaron malas noticias. Su identidad ha sido reconocida por sus tatuajes.

"Cuando parecía que no había ningún español entre las víctimas ha tocado aquí", relata Adolfo Muíños, alcalde de Rianxo (A Coruña), localidad del joven de 31 años que, tras viajar a Londres y trabajar en la recepción de un hotel, se encontraba ahora destinado a una de las filiales en India de Profand (empresa de congelados de Vigo). Muy consternado por la noticia cuenta a La Información que "el muchacho era natural de la parroquia de Leiro y que como muestra de acompañamiento y solidaridad hacia los suyos se celebrará un minuto de silencio en repulsa por lo ocurrido y extensible a todos los actos terroristas". El joven "es de una familia muy querida en la zona". 

Su novia, María González Vicente, de 32 años, trabajaba en la empresa de su familia, en Padrón, especializada en equipación de trabajo. Fue a visitar a su pareja y los dos disfrutaban de unos días de vacaciones en Sri Lanka. Ambas familias recibieron la fatídica noticia por parte de fuentes diplomáticas tras confirmar "a través de unos tatuajes" la identificación de los fallecidos dos días después de la cadena de atentados en la que han perdido la vida más de 230 personas. 

A menos de 500 metros de María vive Juan Manuel Vidal, alcalde de Pontecesures, localidad donde vivía la joven. Ha sido el encargado de anunciar a los medios la muerte de los dos "a los que conocía" y ha explicado que "se siente un poco sobrepasado por la noticia".  Vidal ha lamentado el "trágico y repudiable atentado" en el que perdió la vida esta joven pareja y ha expresado "el dolor del pueblo y de la corporación". A las familias de las víctimas ha trasladado el "apoyo incondicional" de todo el municipio "para todo lo que precisen".

La muerte de María y Alberto se suma a la de al menos catorce turistas españoles muertos en cinco ataques terroristas perpetrados en los últimos veinticinco años mientras pasaban sus vacaciones fuera de España. Ocho de estas muertes se produjeron en Yemen, dos en Túnez, dos en Marruecos, una en Egipto y una más en Turquía.

El primero de estos atentados costó la vida al turista Javier Castro González, muerto al estallar una bomba en el Gran Bazar de Estambul el 2 de abril de 1994, ataque que produjo heridas a otros tres ciudadanos españoles. El atentado en el que más civiles españoles murieron se produjo el 2 de julio de 2007 en Yemen, cuando un terrorista suicida hizo explotar un coche bomba que acabó con la vida de ocho turistas españoles y dos yemeníes.

El último tuvo lugar el 18 de marzo de 2015 cuando el ataque de un comando yihadista del Estado Islámico al Museo del Bardo, en la capital de Túnez, se saldó con la muerte de 23 personas. Entre los muertos había 18 turistas, dos de ellos el matrimonio de jubilados españoles formado por Antoni Cirera Pérez y Dolors Sánchez Rami.

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