El tratado contra las bombas de racimo cumple un año


Este lunes, 1 de agosto, se cumple el primer aniversario de la entrada en vigor del tratado internacional que prohíbe las bombas de racimo, por lo cual las ONG que forman la Coalición contra las Bombas de Racimo (CMC, por sus siglas en inglés) organizan eventos deportivos en unos 60 países.
Un año después de la entrada en vigor de este tratado, cuyas obligaciones son plenamente vinculantes, un total de 109 países lo han firmado y 59 lo han ratificado, es decir, lo han incorporado a su legislación nacional.
Los eventos organizados por CMC, de la que forman parte Greenpeace y Fundació per la Pau, llevan como lema "Únete al equipo", ya que pretenden instar a los países a que lo firmen, lo ratifiquen y empiecen a cumplir con sus obligaciones lo antes posible.
Más de 589.000 bombas, con más de 64 millones de municiones, han sido destruidas gracias al tratado y más de 10 países, entre ellos España, han realizado la destrucción completa de sus arsenales.
Además, Albania y Zambia han completado la limpieza de las zonas contaminadas con explosivos, aunque las bombas de racimo han sido utilizadas por las fuerzas armadas de Tailandia en Camboya y por las tropas de Muamar el Gadafi en Libia.
En España, las ONG implicadas en la campaña (Fundació per la Pau, Greenpeace, Justicia i Pau, Moviment per la Pau, Plataforma por la Pau Lloret y Setem) participan en la campaña con un acto conmemorativo en las pistas de atletismo de Lloret de Mar (Girona).
Las bombas de racimo consisten en un arma "madre" que, al abrirse, libera una gran cantidad de explosivos, que matan a las personas durante los bombardeos, ya que con ellas no se puede distinguir entre blancos civiles y militares, y los siguen matando después porque muchas de ellas no explotan y quedan en los campos de cultivo, en los árboles, en los tejados, etc., esperando a que alguien las toque sin querer para estallar.

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