Madrid, 24 jun.- El Tribunal Supremo verá el próximo miércoles los recursos de la Fiscalía y de Gurutz Agirresarobe contra la sentencia que le condenó a 32 años de prisión por asesinar en 2003 al jefe de la Policía Municipal de Andoain (Guipúzcoa) Joseba Pagazaurtundua, aunque le absolvió de pertenencia a ETA.
La sentencia dictada por la Audiencia Nacional en diciembre del año pasado condenó a Agirresarobe, para quien la Fiscalía reclamaba 48 años de prisión, por los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas y le ordena indemnizar a la viuda con 500.000 euros y con 200.000 a cada uno de sus hijos.
El tribunal, compuesto por el presidente Alfonso Guevara y las magistradas Ángeles Barreiro y Clara Bayarri, consideró probado que el acusado, "inmerso en el Movimiento de Liberación Vasco de la izquierda abertzale (MLNV)" y "siguiendo las instrucciones" de la banda, "ideó el plan para acabar con la vida" del sargento.
De esta forma, sobre las 09.30 horas del 8 de febrero de 2003, Agirresarobe, vestidos con ropa oscura y un gorro que tapaba parte de su rostro, accedió al bar Daytona de Andoain (Guipúzcoa), "tomó asiento en un taburete de la barra, cerca de la puerta de entrada, donde pidió un café con leche" y empezó a leer el periódico.
Veinte minutos después, cuando solo quedaban en la barra dos clientes y una empleada del establecimiento, se dirigió a la mesa en la que se encontraba Pagazaurtundua y, "de pie enfrente de dicha persona, extrajo el arma de fuego que portaba escondida y le disparó cuatro proyectiles", provocándole la muerte.
Aunque la autoría de la banda, según el tribunal, se vio reflejada en los comunicados en los que ETA reivindicó la acción en los periódicos Gara, Deia y Diario Vasco, los magistrados consideraron que la acusación contra Agirresarobe por el delito de pertenencia a la misma estaba "huérfana de prueba".
El tribunal, sin embargo, sí mencionaba algunas "casualidades" que lo vinculaban a ETA, como que jugara en el mismo equipo de rugby que Beñat Aginagalde, supuesto asesino del exconcejal socialista de Mondragón Isaías Carrasco, o que el también etarra Manex Castro.
La Fiscalía argumentará en el Supremo que estas dos circunstancias -que la Sala estimara probado que el asesinato se produjo por orden de ETA y que Agirresarobe tuviera relación con Aginagalde y Castro- ya constituyen elementos de prueba suficientes para condenarle por pertenencia a la banda.
La prueba que resultó determinante para la condena de Agirresarobe fue la coincidencia de su perfil genético con las muestras extraídas de la taza de café que pidió en el bar mientras esperaba a su víctima.
Ésta resultó reforzada por el relato de los testigos oculares de los hechos, que relataron cómo el asesino se encontraba en la barra del bar tomando un café con leche antes de levantarse y efectuar los cuatro tiros.
Además, la camarera que le sirvió la consumición subrayó que después del atentado ordenó "no tocar nada" para señalar posteriormente a la Ertzaintza la taza que usó el asesino.
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