El viejo lobo Corbyn trae el espíritu Syriza al laborismo británico

  • La rebelión contra la austeridad conservadora, tras años de tímida oposición, ha llegado al laborismo británico de la mano del veterano Jeremy Corbyn, un diputado en la línea de Syriza y Podemos que gana enteros para liderar el partido.

"Hay un virus en el Partido Laborista y Jeremy Corbin es el antídoto", dijo Dave Ward, secretario general del Sindicato de trabajadores de las telecomunicaciones (CWU), al anunciar su apoyo a Corbyn.

El "virus" al que se refiere Ward es el Nuevo Laborismo, el viraje al centro impulsado por Tony Blair, que dio al laborismo tres victorias consecutivas en las elecciones generales, sus mejores resultados de la historia.

"He estado en Grecia, he estado en España. Es muy interesante constatar que los partidos socialdemócratas que aceptan el programa de la austeridad y la ponen en práctica acaban perdiendo muchos afiliados y apoyos", dijo al diario Daily Mirror Corbyn, de 66 años, diputado por el barrio londinense de Islington desde 1983.

La penetración en el Reino Unido del fenómeno de la izquierda radical parecía improbable por la buena situación económica, hasta el punto de que la revista The Economist estimó que los conservadores de David Cameron ganaron las últimas elecciones con mayoría absoluta "por -y no pese a- los dolorosos recortes".

El desastre del candidato laborista Ed Miliband, que proponía también reducir el déficit y sanear las cuentas públicas, ha hecho que los militantes laboristas busquen alternativas más a la izquierda.

Corbyn, que empezó como el candidato con las cifras más bajas de apoyo de los cinco que concurren -Liz Kendall, Mary Creagh, Andy Burnham e Yvette Cooper son los otros-, encabeza ahora los sondeos y las apuestas.

En las últimas semanas ha recibido el apoyo de varios grandes sindicatos británicos, como el moderado Unison, predominante en el sector público, el radical Unite, más obrero, y el mencionado CWU.

El próximo líder laborista se conocerá el 12 de setiembre, al término de unas elecciones primarias que arrancarán el 14 de agosto y en la que podrán votar los 200.000 militantes del partido.

Corbyn nació en Chippenham, en el sur de Inglaterra, el 26 de mayo de 1949. Empezó su militancia política en el mundo sindical y en 1983 entró en el Parlamento ostentando un escaño, el de Islington Norte, que ha defendido con éxito en ocho elecciones generales.

Su aspecto de viejo lobo de mar rompe con el estereotipo "blairista", aseado y de trajes de Savile Row. Como buen izquierdista británico, en una tradición que se remonta a George Orwell, tiene su conexión con la Guerra civil española: sus padres eran activistas que se conocieron durante el conflicto.

Corbyn es padre de tres hijos y se ha casado tres veces. La madre de sus tres hijos, de la que se divorció porque él quería que fueran a una escuela de barrio normal y ella prefería una más selecta académicamente, es una chilena que se llama Claudia.

Su tercera y actual esposa, con la que se casó hace un par de años en México, según explicó su hermano a la prensa, es la mexicana Laura Álvarez, que se dedica a la importación de café según las pautas del comercio justo.

Defiende la gratuidad de las universidades, el fin de la austeridad, mayores esfuerzos para la redistribución de la riqueza y fue uno de los laboristas que más se opuso a la invasión de Irak.

Su recorrido y aspecto atípicos hicieron que no se le tomara muy en serio al arrancar la carrera, pero poco a poco el público ha ido acostumbrándose a él.

"Jeremy Corbyn es atractivo al modo de un viejo lobo de mar", es "muy sexy", escribió una mujer en el popular foro femenino británico Mumsnet.

No fue a la universidad pero tras la secundaria pasó dos años en Jamaica como profesor y despertó a la política con la guerra de Vietnam y el pacifismo, explicó a The Guardian.

La crítica más repetida contra Corbyn es que es demasiado heterodoxo y alejado del centro para batir a los conservadores.

Cuando el diario The Independent le preguntó si era "inelegible", respondió: "soy tan elegible como cualquiera. He representado a mi circuncripción 32 años, he sido elegido ocho veces en una comunidad muy diversa".

Iain Begg, profesor de ciencias políticas en la London School of Economics, cree que Corbyn podría ser un líder puente hasta un poco antes de las próximas elecciones generales de 2020.

"Los electores y los sindicatos, sobre todo los sindicatos, se dicen que vale la pena apoyar a Corbyn porque no hay nada que perder", explicó a la AFP. "Vale más tener alguien que agite un poco las ideas, y ese es Corbyn, y en 2018-2019 volvemos a discutir de un candidato".

Pero Blair y sus partidarios no quieren ni oír hablar de experimentos.

"Ganas (las elecciones) desde el centro, las ganas cuando gustas a amplios sectores del público, ganas cuando apoyas a empresas y sindicatos", dijo Blair.

"Si su corazón está con esas políticas (las de Corbyn), pida un transplante", sentenció.

al/ra

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