Elecciones 22-M: Los casos de corrupción no tienen castigo electoral

La corrupción ha sido para muchos partidos en la oposición el tema con el que pretendían arañar los apoyos suficientes para gobernar. Sin embargo, no ha servido para recabar ese voto de castigo necesario para el cambio que muchos anhelaban, entre ellos el 'Movimiento 15-M': una de sus peticiones era limpiar la listas de políticos manchados por la corrupción.

Francisco Camps es la cara más representativa entre los políticos imputados que se han presentado a estas elecciones. El de nuevo presidente de la Generalitat Valenciana está a la espera de la apertura de juicio oral por su supuesta implicación en la rama valenciana del caso Gürtel, pero esto no ha impedido que el PP haya logrado en la Comunidad Valenciana ganar un diputado más, aunque haya reducido su número de votos en unos poco miles de votos.

En la rama madrileña parace haber servido la limpieza que realizó la presidenta popular Esperanza Aguirre en sus listas, porque en municipios como Boadilla del Monte, Pozuelo de Alarcón o Arganda del Rey, dos de los más afectados por el caso Gürtel, el PP sigue manteniendo mayoría absoluta. La confianza de la oposición en que la trama de corrupción afectara se ha quedado muy lejos.

En la Comunidad Valenciana, en la provincia de Alicante, tampoco ha existido el voto de castigo para los populares implicados en el caso Brugal, como José Joaquín Ripoll, número dos por Alicante. El PP en Orihuela ha vuelto a ser la fuerza más votada en esta localidad alicantina.

En Castellón, Carlos Fabra, líder del PP en esta provincia, mantiene tres imputaciones por los presuntos delitos de tráfico de influencias, cohecho y fraude fiscal. Esto no ha sido ningún impedimento para el político popular que ha vuelto a arrollar a los socialistas y a ser el partido con más concejales en toda la provincia. Como suele presumir Fabra, las urnas le han absuelto, una vez más.

Sin embargo, aunque el efecto económico también habrá sido importante, los socialistas andaluces han pagado el escándalo de los EREs con dos millones de votos menos en sus elecciones municipales.

Otro de los casos de corrupcion con más implicados entre los políticos ha sido el conocido como Pretoria, en el que está imputado el ex alcalde de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) Bartomeu Muñoz. En esta ocasión, los votantes también que han castigado al PSC, que ha perdido la mayoría absoluta que tenía desde 1999 en esta población, donde ha irrumpido la xenófoba Plataforma per Catalunya y la agrupación de independientes Gent de Gramenet, que ha logrado sacar rédito de sus movilizaciones contra los excesos urbanísticos.

En Baleares los partidos políticos vivían unas elecciones complicadas y quien más castigo ha recibido ha sido Francesc Antich. Los socialistas han pagado las implicaciones en los casos de corrupción de sus socios de Gobierno, especialmente el ya desaparecido Unió Mallorquina. Aunque los populares también llevaban el lastre de su expresidente Jaume Matas, el ya presidente mallorquín, José Ramón Bauzá, ha logrado la mayoría absoluta de nuevo para el PP a pesar de los numerosos casos de supuesta corrupción que se investigan y que afectan a la segunda etapa Matas (2003-2007).

En Málaga, además del caso Malaya, otro de los casos de corrupción urbanística más sonados ha sido el relacionado con el alcalde de Alhaurín El Grande (Málaga), el popular Juan Martín Serón, que fue detenido en 2007 y está imputado en el caso Troya. Martín Serón no solo no ha sido castigado sino que ha revalidado por segunda vez su mayoría absoluta tras su arresto al lograr 12 de los 21 ediles de la corporación. No ha perdido ni un solo escaño.

Seseña era otros de los municipios más observados en las elecciones municipales e, incluso, el líder de IU, Cayo Lara, ha destacado la derrota de Seseña "más si cabe" que Córdoba. "Seseña ha sido un ayuntamiento punta de lanza" en la lucha contra la corrupción, en referencia a la batalla de su alcalde, Manuel Fuentes, con el constructor Francisco Hernando 'el Pocero'. Para Cayo Lara que esta lucha no haya sido recompensada por la ciudadanía "es dramático e incomprensible".