Una voz dulce frente a una sensata. Esta podría ser una de las definiciones del duelo que se está produciendo en Extremadura entre los candidatos de los dos principales partidos a las elecciones autonómicas: Guillermo Fernández Vara (PSOE) y Jose Antonio Monego (PP).
¿Quién de ellos es más natural ante las cámaras? ¿Quién saca más partido de su imagen? ¿Quién es mejor orador y logra transmitir mejor su mensaje? Nos los desgrana Aleix Cuberes, experto en telegenia de la consultora Dog Comunicación.
"En un país donde la mediocridad oratoria es palmaria, no debe pasarse por alto un político que se defiende bien hablando en público aunque no tenga papeles delante", destaca Cuberes de Guillermo Fernández Vara.
El presidente extremeño, en opinión de este experto, sabe conquistar con "su acento propio y dulzón, con su voz potente y profunda", a pesar de que su imagen tal vez sea demasiado "seria y sobria", abusando mucho de los trajes oscuros.
Uno de los puntos débiles de su imagen es que su cara no es excesivamente expresiva lo que en ocasiones le hace parecer "un poco distante" y "serio en exceso", aunque lo compensa con gestos muy trabajados: "le gusta coger con las dos manos el atril, transmitiendo comodidad, seguridad". El miedo escénico no está en su vocabulario.
En opinión de Cuberes, debería ganar en "espontaneidad y cercanía" e intentar evitar ciertos tics, como por ejemplo tocarse la cara, las gafas o el pelo.
La capacidad pedagógica de Monego
El asesor de Dog Comunicación define en tres palabras al candidato popular José Antonio Monego: "es básicamente sentido común". Este extremeño destaca entre los políticos por su serenidad y, sobre todo, por su capacidad de pedagogía: es capaz de "explicar las cosas de una manera simple y sencilla, comprensible para todos los públicos. Sin levantar la voz, sin exabruptos".
"Dentro del Partido Popular es una voz centrada, sensata y que se hace entender cuando habla. No pasa en absoluto desapercibida por la ciudadanía".
En opinión de Cuberes, aunque Monego "no es uno de los líderes más destacados y populares", sí que es "el lugarteniente perfecto para hacer la labor de hormiga necesaria para que otros recojan los éxitos. Es solvente y responsable. Una garantía".
Ésta es una de las grandes cualidades de este político popular: utiliza las palabras justas y necesarias, "sin aditivos, sin querer inflar ni dar vueltas, ni sobreactuar". Cuberes destaca que a la hora de enfrentarse a los ciudadanos, en un discurso o en un entrevista, Monego "se aprende la lección y la ejecuta con naturalidad".
Uno de los puntos débiles de Monego es que aún no es un maestro de la comunicación: "Mira a la cara de sus interlocutores, pero parece tímido, no comunica corporalmente". No obstante, Cuberes destaca que su imagen es "neutra", no es estridente, lo que hace ser más "cercano, natural y empático".
Aunque Cuberes le encargaría los mismos deberes que a su contrincante: "más espontaneidad" para construirse una trayectoria.
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