El Supremo respalda a la Junta Electoral

La prohibición de votar a los positivos y el rebrote sumen el 12-J en la polémica

Jornada de reflexión antes de votar, con excepciones, en Galicia y Euskadi. Los ciudadanos vascos contagiados por la Covid-19 que acudan a votar incurrirán en un delito contra la salud pública.  

Efe
La prohibición de votar y los rebrotes sumen en la polémica las elecciones del 12-J
Ángel Martínez | EFE

Jornada de reflexión en País Vasco y Galicia para unas elecciones autonómicas marcadas por los graves rebrotes en A Mariña (Lugo) y Ordizia (Gipuzkoa) y la prohibición de acudir a votar para los electores contagiados por la Covid-19. Una orden controvertida, basada en una decisión de la Junta Electoral Central (JEC) argumentada con motivos sanitarios, debido a que limita un derecho fundamental. En medio de la polémica, el Tribunal Supremo ha desestimado este sábado la medida cautelarísima solicitada por la coalición electoral Galicia en Común-Anova Mareas contra la decisión de la JEC de mantener la votación en la comarca de A Mariña.

Mientras, la consejera de Seguridad del Gobierno Vasco, Estefanía Beltrán de Heredia, ha reiterado este sábado de que las personas contagiadas que vayan a votar este domingo cometerán un delito contra la salud pública y, por tanto, se actuará en consecuencia. Murga ha precisado que la confidencialidad les impide dar datos de estas personas a los miembros de la mesas electorales para que sepan que están enfermas, pero ha precisado que notificarán "claramente" a los infectados "para que conozcan de antemano la gravedad que supone para la salud publica saltarse" esta medida. "Están llamadas a la responsabilidad", ha asegurado.

La consejera se han referido a la situación de los ciudadanos con Covid-19 activo, que ha cifrado en "161" personas, no todas integrantes del censo electoral. Estos contagiados "no tienen limitado el derecho a voto", ha aclarado la consejera de Seguridad, "pero sí limitada la movilidad por razones sanitarias", por lo que no pueden acudir a las urnas y si lo hacen "cometerían un delito" de salud pública.

El PNV se presenta como favorito para ganar las elecciones al Parlamento Vasco, ya que todas las encuestas auguran que mejorará sus resultados de hace cuatro años y aumentará los actuales 28 escaños que tiene en una cámara de 75 diputados. Además, si como es previsible reedita su pacto con los socialistas, que también esperan mejorar sus 9 escaños, conseguirán una mayoría absoluta holgada que les permitiría gobernar con estabilidad la legislatura.

Los nacionalistas han ganado en todas las elecciones autonómicas celebradas desde hace cuarenta años, incluso en las de 1986, tras su escisión, en las que se impusieron en número de votos, aunque el PSE-EE le superó en escaños. Se da por seguro que nacionalistas y socialistas, que gobiernan las principales instituciones vascas en coalición, repitan la fórmula que han mantenido en el Gobierno Vasco durante cerca de catorce años: la pasada legislatura y entre 1986 y 1998, con un breve paréntesis en este periodo.

Feijóo, hacia la cuarta mayoría absoluta

Galicia, donde el presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo se encamina hacia su cuarta mayoría absoluta -las encuestas le auguran entre 41 y 43 escaños mientras PSOE y BNG ‘salvan los muebles’ y se disputan un honroso segundo lugar-suma por su parte 259 casos activos. Del total el grueso se lo lleva Lugo, con 203 en su área. En A Mariña, epicentro del rebrote, la población de Burela, el ayuntamiento con más casos, no podrá abandonar el municipio en cinco días. En las localidades de Ribadeo, Xove, Cervo, Viveiro, Barreiros y Foz se permite la movilidad entre ellas.

Consciente de que la abstención de los electores de avanzada edad es su principal enemigo, Feijóo ha instado a ir a votar el domingo para dar una "lección de democracia" a los partidos que considera que quieren "meter miedo" y asustar a la gente para que no ejerza su derecho democrático. En una mitin en el Parque de Santa Margarita de A Coruña, el más multitudinario de la campaña electoral, el presidente gallego pidió ayer el voto para que la comunidad siga "de una pieza, sólida y entera" y "no pierda el rumbo". "Jamás, jamás asumiré la Presidencia de Galicia si pierdo las elecciones", prometió.

Su mensaje de final de campaña se centró, una vez más, en fomentar la participación y también en destacar sus once años de gestión como aval para volver a gobernar otros cuatro años en la Xunta, al poner en valor que tiene más experiencia de Gobierno que "el que está en La Moncloa" y que los otros presidentes autonómicos.

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