Debate a 7 económico: sin plan de choque contra la recesión ni solución al bloqueo

Debate a 7 económico: sin plan de choque contra la recesión y Botín entra en escena
Debate a 7 económico: sin plan de choque contra la recesión y Botín entra en escena
RTVE

El debate a siete del Día de Todos los Santos ha confirmado lo que muchos españoles llevan pensando desde hace meses: que los políticos están en las antípodas y que van tener que cambiar radicalmente si quieren evitar las terceras elecciones. Pocas propuestas concretas y sin un plan de choque conjunto para hacer frente al enfriamiento de la economía que ya es una realidad. La primera contienda dialéctica de la campaña del 10 de noviembre ha sido un todos contra todos, con algunos momentos especialmente tensos entre los portavoces parlamentarios. Pero también ha sido poco útil para unos ciudadanos que ven con preocupación lo que pueda ocurrir tras el 10 de noviembre.

El espacio dedicado a la economía evidenció que los partidos son poco constructivos. No se ha profundizado en cómo solucionar el problema de las pensiones, en fórmulas para combatir el paro juvenil o la precariedad laboral. Solo Aitor Esteban, del PNV, ha avanzado en algunas recetas. En general el debate se ha centrado en la destrucción del rival o de los rivales. Ni siquiera ha habido 'pacto de caballeros' entre quienes pactaron los últimos Presupuestos fracasados, PSOE y Unidas Podemos. 

Bajando al terreno, cada uno de los portavoces ha querido llevar el debate a los argumentos que habían estudiado con sus asesores. Mientras Adriana Lastra presumía de la fortaleza de la economía española y defendía la reforma fiscal que plantea el PSOE, Irene Montero le pedía derogar la reforma laboral. Mientras Gabriel Rufián hablaba de los impuestos que pagan Amancio Ortega, Juan Roig o Ana Botín, Iván Espinosa de los Monteros ponía el foco en el gasto superfluo del Estado. Mientras Cayetana Álvarez de Toledo presumía del empleo creado por Rajoy y de los resultados de la rebaja de impuestos en Madrid, Inés Arrimadas hablaba de las "propuestas comunistas" de Podemos. Mucho pasado y poco futuro, en definitiva. 

Las medidas económicas más llamativas las puso sobre la mesa Aitor Esteban. Habló, por ejemplo, de elevar a los 36 meses la cobertura de desempleo y sugirió la transferencia del régimen económico de la Seguridad Social al Gobierno vasco, lo que rompería la caja única. Hubo unanimidad en ligar las pensiones al IPC, como se ha conseguido para 2018 y 2019. Y Podemos cerró el debate con unas condiciones que van a poner sobre la mesa si Sánchez quiere pactar unos nuevos Presupuestos: jornada de 34 horas semanales, SMI a 1.200 euros, contratos indefinidos como modalidad habitual, lucha contra los falsos autónomos, tipo mínimo de Sociedades al 15% y jubilación a los 65 años.

Podemos y ERC también quisieron hablar del Ibex 35 y de la CEOE, con varios mensajes dirigidos a los empresarios. Citaron, además de a Botín y a Ortega, a Florentino Pérez o a Juan Roig. También a Naturgy y a Repsol. El objetivo: denunciar que pagan pocos impuestos y que son estos actores económicos, y no el Gobierno, quienes toman las decisiones. La réplica la dio Arrimadas denunciando que "Echenique no paga impuestos". 

En cuando a los otros temas que se abordaron en este debate a siete es necesario citar la cuestión territorial. ¿Cómo solucionar la crisis de Cataluña? Las recetas también están en las antípodas y van desde la detención de Torra, como propuso Vox, al atornillamiento en una mesa de negociación, como planteó ERC. Entre medias hay matices. Falló el PSOE al no responde a varias preguntas directas lanzadas por Cs: "¿Cuántas naciones hay en España?

Ningún avance tampoco en el apartado dedicado a los futuros pactos a partir del 11 de noviembre para desbloquear la situación. Todas las referencias han sido a acuerdos del pasado y a los vetos cruzados entre unos y otros. Solo dos cosas claras: que el PSOE no quiere un Gobierno de coalición (lo había dicho Sánchez por la mañana y lo repitió Lastra) y que el PP podría contribuir a solucionar el bloqueo si los socialistas rompen sus pactos con los secesionistas tanto en Cataluña como en Navarra. Difícil parece un pacto entre los socialistas y UP, ya que Montero acusó a sus exsocios de preferentes de mentir al no publicar la lista de la amnistía fiscal o al no derogar de forma inmediata la reforma laboral.

El decisivo minuto de oro

El momento decisivo del debate, el del minuto de oro, ha dejado epílogos de todo tipo. Por orden de intervención, Vox ha pedido el voto para aquellos que no quieren que no gobierne Sánchez. Ha echado mano también de sentimiento patriótico. ERC ha vuelto a repetir la necesidad de sentarse a negociar y el PP ha apelado a tres cuestiones: la crisis catalana, la crisis económica y el voto dividido que perjudica a la derecha. 

Ciudadanos ha intentado erigirse en la clave de bóveda para acometer reformas y el PNV en la alternativa al inmobilismo de los partidos estatales. La nota novedosa la ha vuelto a poner Podemos al relatar el cuadrante de una trabajadora con personas dependientes. De 8 de la mañana a 9 de la noche por menos de 900 euros. Ha acusado a la empresa de ser una contrata de Florentino Pérez y ha avisado que ellos no deberán favores a los poderosos.

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