Errejón avanza alianzas con Teresa Rodríguez y Compromís de cara al 10-N

Íñigo Errejón
Íñigo Errejón
EFE

Íñigo Errejón valora los pros y contras de concurrir con una marca propia a las elecciones generales del 10 de noviembre. Fuentes de Más Madrid aseguran que no les quedaba más remedio que dar el paso al frente para intentar movilizar a los abstencionistas y a los desencantados con la falta de acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos. Pero existe el dilema por concretar en qué provincias podría presentarse la formación para sumar. El politólogo y su equipo de colaboradores están centrando sus esfuerzos en aquellas circunscripciones donde se van repartir cinco o más escaños, que es donde podrían tener serias posibilidades de conseguir representación. De esta forma Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía y Galicia son prioritarios para ellos.

La premisa de la que se parte en Más Madrid es solo concurrir en las provincias donde creen que tendrían más posibilidades, o incluso la certeza, de conseguir más sillones en el Congreso. La razón principal es la "responsabilidad" de no generar división entre el electorado de izquierda presentándose en circunscripciones que tengan poca representación, según señalan fuentes consultadas por La Información. O que por diversos motivos no sean recomendables para un partido progresista o por su poco peso al debutar en unas elecciones. El ejemplo que justifica esta prudencia es lo que ocurrió en el Ayuntamiento madrileño con Madrid en Pie, ya que hay figuras que sostienen que la candidatura de Carlos Sánchez Mato pudo restar votos que habrían sido decisivos para que Manuela Carmena revalidase la alcaldía.

Esas provincias donde la Ley Electoral hace un reparto más amplio de escaños por su número de habitantes es donde, según creen en la formación, tienen que dar la batalla. Son territorios donde PSOE, PP, Ciudadanos y Unidas Podemos deberían tener representación garantizada por su implantación. Y es ahí donde Errejón aspira a conseguir ese escaño, compitiendo con los dos principales partidos por su segundo asiento. Por eso consideran que en las provincias pequeñas, donde se reparten menos de cinco, no tienen posibilidades de obtener diputados.

Uno de los debates internos está centrado en la fórmula en la que presentarse. En Madrid (37 diputados a repartir) lo tienen claro: con marca propia. Internamente se habla de que el resultado puede ser importante. De hecho se está hablando de la posibilidad de conquistar entre 4 y 7 escaños. Este hecho dejaría a Unidas Podemos en serias dificultades para conseguir más representación que los dos primeros puestos de la lista que ocuparán Pablo Iglesias e Irene Montero. 

La otra fórmula que se está valorando en Mas Mádrid pasa por plantear una alianza con las confluencias de Podemos. Es el caso, por ejemplo, de Andalucía (61 escaños en juego), donde Teresa Rodríguez ya ha lanzado la idea de integrar a la marca de Errejón en Adelante Andalucía. Es decir, dos de las personas más cercanas a Pablo Iglesias en los orígenes de Podemos se unirían para concurrir en las siete provincias andaluzas al 10-N. El acuerdo podría también servir a los anticapitalistas para conseguir uno de sus objetivos: contar con grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados. 

La Comunidad Valenciana (la pelea es por 32 diputados) es otro territorio donde el errejonismo tiene ciertas depositadas esperanzas. El partido que nació en Madrid para las autonómicas del 26-M es consciente de que en solitario las posibilidades de lograr representación son menores. Por eso ya están trabajando en una alianza con Compromís, que se muestra dispuesto a lograr un acuerdo para acudir de la mano al 10-N. Mónica Oltra ha hablado, de momento, de una confluencia en Valencia, Alicante y Castellón tanto con Iglesias como con Errejón. En Galicia (23 escaños), por su parte, Carolina Bescansa también ha abierto la puerta a una entente de Más Madrid con 'En Marea'.

El caso más polémico es el de Cataluña, donde los comunes de Ada Colau mantienen siete escaños de los 48 que hubo en juego el pasado 28 de abril. Errejón no va a tener sencillo implantar su marca en un territorio donde a la oferta de partidos nacionales hay que sumar la de las formaciones independentistas. Y, además, el entorno de la alcaldesa de Barcelona ya ha dejado claro que la alianza con Pablo Iglesias goza, de momento, de buena salud. En País Vasco ocurre algo similar, lo que desaconseja a Errejón a dar la batalla en este territorio.

El argumento de que su salto al ámbito estatal puede ser nocivo para la izquierda por dividir el voto es algo que no compran desde Más Madrid. Estas críticas, que se están produciendo desde el entorno de Podemos e incluso de figuras vinculadas a IU, son repelidas utilizando el ejemplo de que Unidas Podemos se presenta en todas las provincias aun sabiendo que en varias no logrará diputados. Tal y como les ocurre en el Senado, donde solo contaban con dos senadores. Las fuentes consultadas defienden que por esa misma razón solo se atreverán con aquellos lugares en los que estén seguros de que pueden rascar un apoyo suficiente para acceder a un escaño. 

La aspiración que existe en Más Madrid con estas generales es aglutinar a esos votantes desencantados o que se mantienen en la abstención. Para ello, se toma como ejemplo el auge de los partidos verdes en países como Alemania. La transición ecológica es, junto al feminismo, la principal bandera de los de Errejón de cara al futuro más próxima. Una baza que pretenden explotar en la próxima campaña. Un reto que no variará los planes de centrarse en crear una estructura sólida en la Comunidad de Madrid.

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