Casado sale reforzado pero afronta el peso de facilitar gobierno tras el 10-N

Pablo Casado
Pablo Casado
EFE

Pablo Casado ha salido reforzado de la nueva cita en las urnas. El candidato del Partido Popular ha conseguido aumentar su número de representantes en el Congreso de los Diputados en la repetición electoral. De los 66 diputados que obtenía el 28 de abril, los populares han conseguido llegar a los 88 escaños, un aumento del 33% en apenas siete meses. En cambio, a partir de ahora tiene un reto por delante que pasa por cargar con el peso de facilitar la formación de gobierno y evitar unas terceras elecciones. 

Los populares celebraron en el balcón de su sede de Génova los resultados y el propio Casado puso sobre la mesa la posibilidad de abrir un diálogo con el líder del PSOE, Pedro Sánchez. "Vamos a ver que propone Pedro Sánchez y después tomaremos nuestra responsabilidad, porque España no puede esperar", señalaba el cabeza de lista por Madrid. En cambio, se descargaba de responsabilidad al decir que "Pedro Sánchez tiene la pelota en su tejado". 

Los mayores cambios con respecto a los anteriores comicios han tenido lugar en Madrid, Castilla y León y Andalucía, tres de las comunidades autónomas en las que su rival más directo, Ciudadanos, ha perdido un mayor número de votos y, como consecuencia, de representantes. Los populares han sabido aprovechar la debilidad de sus compañeros en la parte derecha del arco parlamentario y se han hecho con sus electores. 

El aumento de representantes por parte de los populares unido al ligero descenso que ha cosechado el PSOE de Pedro Sánchez en esta repetición electoral, hace que la vía preferida por el Ibex 35, una unión entre ambas fuerzas, cobre importancia. La gran empresa siempre ha optado por una mayoría suficiente para poder ejecutar las reformas que necesita el país y esa pasa por la unión de las dos grandes fuerzas, un acuerdo o gesto patriótico, esencialmente por parte del de Pablo Casado.

El nexo ideal para llevar a cabo este acuerdo sería Nadia Calviño, la 'proclamada' en el único debate electoral vicepresidenta económica del próximo Gobierno. Este movimiento, por la naturaleza ideológica de la propia ministra en funciones, allanaría el camino a una futura alianza  bajo las premisas que lleguen a acordarse entre ambos partidos.  

Pese a todo ello, las palabras de Pablo Casado tras conocerse los resultados este mismo domingo dejan ver un líder victorioso al que le costará plegarse a un acuerdo. "Este partido ha estado a la altura de las circunstancias, hemos demostrado que estamos fuertes y queremos seguir sirviendo a los españoles. El PP ha tenido un gran resultado pero España uno malo para su gobernabilidad", sentenciaba, dejando patentes las dificultades a las que se tendrá que enfrentar a partir de ahora. 

Casado también ha tenido ocasión de darle la puntilla a su rival al recordar el fracaso en las negociaciones que ha terminado en esta repetición electoral. "Sánchez ha perdido su referéndum, Sánchez ha fracasado, es el gran perdedor del día, los españoles le han hecho una moción de censura", afirmaba. "¿Para qué quería convocar elecciones?, ahora lo tiene mucho más difícil para formar gobierno, el PSOE debería pensar en su futuro", seguía apuntillando. 

Casado señalaba que, "desde ya", van a ser muy exigentes para "volver a liderar el futuro de España muy pronto". La opción del llamado 'gesto patriótico' sería una oportunidad para desbloquear el país y evitar una tercera convocatoria electoral para el próximo mes de abril ante la difícil situación de gobernabilidad en la que ha quedado España. Queda esperar para ver cómo se desarrollan las negociaciones.  

El nuevo fracaso en el País Vasco

El PP no ha conseguido levantar cabeza en el País Vasco y vuelve a quedarse sin escaño en una comunidad autónoma en la que tradicionalmente obtenía al menos dos representantes de los 18 que reparte. En las elecciones del mes de abril la formación de Pablo Casado ya se había quedado fuera en esta región y en un intento de lavarse la cara frente a la opinión pública llevaron a cabo un cambio de líder. Así, salía Javier Maroto, como cabeza de la lista por Álava y entraba en su lugar Marimar Blanco. 

Este movimiento estratégico no ha servido para recuperar los dos escaños con los que se cerraron las elecciones de 2015 y 2016 -el PP había conseguido tres representantes en las de 2011-. Los escaños del Congreso se han repartido ahora casi de la misma forma que hace siete meses: siete para el PNV, cuatro para el PSOE, cuatro para EH Bildu y tres para la marca de Podemos, que ha perdido uno en favor de los de Aitor Esteban. El gesto de moderación de la mano de Marimar Blanco no les ha servido a los de Pablo Casado. 

Los populares han sido segunda fuerza política en la mayoría de las comunidades autónomas pero han conseguido llegar a ser primeros en regiones como Galicia, Castilla y León y Cantabria. También en Navarra a través de la coalición con Ciudadanos, Navarra Suma.  Además, se ha estado disputando durante los últimos minutos del recuento el diputado por Melilla con la coalición local Coalición por Melilla. 

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