Unidas Podemos sigue cayendo: la falta de acuerdo con Sánchez le pasa factura

  • La ruptura con confluencias y la irrupción de Más País conlleva una pérdida de 7 escaños para Iglesias, que insiste en una coalición con el PSOE.
Pablo Iglesias
Pablo Iglesias
EFE

Mismo mensaje, distinto lugar. Unidas Podemos sabía que el intento fallido de formar gobierno de coalición con Pedro Sánchez le pasaría factura en su cita con las urnas. Y así ha sido. Sin embargo, Pablo Iglesias pasó por alto en su comparecencia ante los medios que su partido se ha dejado siete escaños en comparación con los 42 que logró las pasadas elecciones de abril y apeló a la "necesidad histórica" de alcanzar un acuerdo postelectoral con el PSOE. El principal motivo que alegó fue el auge de Vox y por el Partido Popular.

De esta forma Pablo Iglesias terminó la jornada electoral como la empezó, esto es: pidiendo al partido que ha ganado los comicios con 120 escaños que se siente con UP desde ya para negociar un ejecutivo en aras a "frenar el auge de la extrema derecha". El nuevo tablero político no despeja las dudas por las que el Ejecutivo de Sánchez terminó convocando una repetición electoral pero lo que sí está claro es que Unidas Podemos ha achacado algunos cambios que se han producido desde el pasado 28 de abril hasta el momento. El principal ha sido el nacimiento de la marca Más País, liderada por su hasta ahora socio Íñigo Errejón.

La formación morada, que ha sumado un total de 35 escaños, se ha dejado sentir los tres que han obtenido Errejón y los suyos además del adquirido por Compromís gracias a la 'pinza' que Más País hizo con la formación de Mónica Oltra y Joan Baldoví en la Comunidad Valenciana. Por autonomías, la formación morada sale perdiendo en determinadas zonas como Andalucía (donde ha pasado de tener 9 a 6 escaños), Madrid, Asturias, Canarias y País Vasco, donde ha sumado 3 y no los 4 que tenía. Por contra, se mantiene en Cataluña (con 7 escaños) Aragón (1), Baleares (2), Murcia (1) y Navarra (1). En las dos Castillas y Extremadura se mantiene sin representación. 

¿La culpa? De Moncloa

Consciente de que la única posibilidad de que exista un gobierno de izquierdas pasa por lograr un acuerdo con los socialistas, Iglesias volvió a tender la mano al PSOE pero advirtió de que el auge de Vox (que ha conseguido 52 escaños) y del Partido Popular (que ha pasado de 66 a 88 diputados en el Congreso) "ha sido la consecuencia más grave y preocupante de las elecciones". Más duro fue en su discurso el coordinador general de Izquierda Unida, Alberto Garzón, el cual denunció la "grave irresponsabilidad" de convocar elecciones a partir de lo que calificó un "cálculo partidista elaborado por ingenieros sociales de la Moncloa". 

Al margen de cómo avancen estas posibles negociaciones con el PSOE, la formación morada debe estudiar los motivos que le han llevado a dejarse 7 escaños en apenas seis meses. Uno de ellos ha sido la pérdida de confianza con antiguos socios de gobierno como Compromís, con los que llegó a asegurar nueve escaños en 2016. Y otro, que está intrínsecamente ligado con éste, ha sido su divorcio con Íñigo Errejón y su posterior irrupción en el tablero nacional. Su polémica salida de Podemos vino acompañada de la renuncia de otros dirigentes hasta entonces estrella de la formación como fue el caso de Carolina Bescansa, una de las fundadoras del partido, o de la que fuera portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre. 

Otro de los aspectos que tampoco han beneficiado a Unidas Podemos ha sido la ligera caída de participación en este 10-N. Aunque a media tarde se hablaba de un desplome de hasta cuatro puntos porcentuales en comparación con las anteriores generales, finalmente los datos han arrojado una participación del 69,87% frente al 71,76 por ciento obtenido en abril. Con todo, Iglesias temía que el descontento de los votantes de izquierda ante el fracaso de las negociaciones para dar luz verde a una nueva legislatura se tradujera un incremento de la abstención, como así ha sido. De hecho, los datos recogidos por el Ministerio del Interior cuando se había escrutado un 99,9 por ciento reflejaban una abstención de 10,5 millones de personas (ligeramente superior al 30 por ciento). 

De todas formas se trata de una caída moderada para Podemos, el cual sí vivió un auténtico derrumbe en las elecciones del 28 de abril si esos datos se comparan con los obtenidos en 2016. El partido pasó a sumar de 71 escaños a 42 y acusó la mayor pérdida de votantes en Cataluña (donde los doce escaños obtenidos gracias a la pinza con Guanyem el canvi se quedaron en siete). También sufrieron una importante derrota en Galicia, territorio donde lograron 5 escaños en 2016 que se quedaron en 2 en abril. Consciente de ello y de que en este tiempo se ha cedido lugar a fuerzas de derecha como Vox, Iglesias expuso a última hora del domingo la necesidad de respetar "la pluralidad de opciones políticas que impiden que nadie tenga un gobierno" y la urgencia, por tanto, de sentarse a dialogar desde este mismo lunes. 

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