Elecciones en Madrid

Por qué Gabilondo giró en el debate y el PSOE se abre ahora a pactar con Iglesias

Del "con este Iglesias, no" al Pablo, tenemos 12 días para ganar las elecciones" ha habido un cambio que busca movilizar a 200.000 votantes que aún están indecisos. El apoyo de Bal a Ayuso fue el detonante.

El candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo
Por qué Gabilondo giró en el debate y el PSOE se abre ahora a pactar con Iglesias
EFE

El giro por sorpresa de Ángel Gabilondo no es casual. El candidato del PSOE sorprendió en la parte final del debate a seis de Telemadrid levantando el veto a Pablo Iglesias. Del "con este Iglesias, no" ha pasado al "Pablo, tenemos 12 días para ganar las elecciones". Es un cambio de actitud que busca la movilización del votante de la izquierda, según explican fuentes de la sala de máquinas socialista, y que se produce una vez que Edmundo Bal rompe una lanza de forma clara por Isabel Díaz Ayuso en la contienda. 

O Ayuso o Gabilondo. No hay más opciones de gobernar Madrid. Ni "vía Borgen", en referencia a que pueda liderar el próximo gobierno la tercera fuerza política de la Asamblea, ni pactos transversales. O derecha o izquierda. En el PSOE, los protagonistas de la noticia más destacada del debate, calcularon el movimiento. "Si Bal se lanza en brazos de Ayuso, apretamos el botón", pensaron. Y así ocurrió. Cs quiso presentarse como la opción de centro, moderada y útil que ya ha gobernado en los últimos dos años y que ha ocupado consejerías tan importantes como la de Economía, y que aspira a repetirlo. Esa estrategia abrió el camino a Ferraz para intentar ampliar el espacio de la izquierda. 

Decir antes de votar el 4 de mayo que Gabilondo pactaría con Iglesias podría alejar a algún votante socialista, pero el objetivo que se persigue es el contrario. Así lo explican fuentes del PSOE, que fijan su objetivo en seguir arañando votos en el centro. ¿Qué busca? A los votantes de Cs defraudados que no quieren que se reedite un Gobierno de Ayuso y confían en Gabilondo. De momento, según las cuentas de los socialistas, se han captado de ese lado entre un 5% y un 7% de votos naranjas molestos con la indefinición de sus líderes. Serían en torno a 45.000 votos. Teniendo en cuenta que el escaño en la Asamblea de Madrid se consigue con 21.000 votos, una vez superado el 5%, el PSOE cuenta con haber sumado ya dos. 

A partir de ahora el PSOE quiere echar el resto y centrarse en la movilización de 200.000 votantes indecisos. Según el sondeo 'flash' del CIS, hasta el pasado martes, horas antes del debate, había uno de cada cinco electores que no sabía que hacer el día 4. En esta segunda fase el objetivo de Ferraz es "movilizar, movilizar y movilizar", añaden las mismas fuentes. La campaña, coordinada por Mónica Carazo, es apoyada por Moncloa e Iván Redondo.

En la sala de máquinas del PSOE ven difícil que la izquierda acabe sumando, pero no imposible. La partida la ganarán por sus méritos y fían buena parte del vuelco a una movilización histórica por encima del 70%. En el CIS la intención de ir a votar de los madrileños se disparaba por encima del 80%. "Tenemos doce días para ganar estas elecciones", repiten. Consideran que, por primera vez, se puede abrir en el imaginario colectivo "un Gobierno de coalición progresista" en Madrid. Y concluyen: "Es la primera vez que la izquierda, con sus diferentes roles, está coordinada en una campaña; lo que no gana uno, lo gana otro".

En Unidas Podemos comparten este optimismo con el PSOE tras el debate del martes. Consideran que esta semana ha comenzado una nueva campaña. Iglesias acudía a la contienda a exponer su programa y confrontar con Ayuso y creen que lo consiguió en varias ocasiones con preguntas incómodas.

Y en Sol lo ven de una manera muy diferente. La presidenta acudía al debate con confianza y salió con más, aseguran en su entorno. Tres escenarios tiene el PP sobre la mesa, en base a sus trackings internos: una mayoría absoluta, un acuerdo con Vox o sumar más escaños que toda la izquierda junta. Hay optimismo indisimulado en sus filas y ven a Cs fuera de la Asamblea. 

Ayuso, de hecho, se ha lanzado a intentar conquistar una parte del voto socialista, el de aquellos madrileños que depositaron su papeleta por Gabilondo y Sánchez y que ahora podrían escoger la del PP. No es casual tampoco su visita a platós de televisión o emisoras de radio considerados hostiles para la candidata. Creen, además, que Vox acaparará una parte del llamado voto obrero y que eso hará imposible que la izquierda pueda sumar. 

Mostrar comentarios