Una campaña en el horizonte

Moncloa limita el impacto del 4-M y no prevé consecuencias para la economía

Las elecciones madrileñas apenas tendrán efecto sobre los planes del Gobierno de coalición. Sánchez mantiene su idea de agotar la legislatura y en desarrollar la aplicación de los fondos europeos. 

La ministra de Economía y nueva vicepresidenta segunda Nadia Calviño (2d) y la nueva ministra de Derechos Sociales Ione Belarra (d) conversan con el rey Felipe VI (i) y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (2i), durante la ceremonia de jura o promesa de sus nuevos cargos ante el rey en el Palacio de la Zarzuela, este miércoles.
Moncloa limita el impacto del 4-M y no prevé consecuencias para la economía
Agencia EFE | Juan Carlos Hidalgo

En Moncloa están tranquilos. La convocatoria de elecciones autonómicas en Madrid no va a alterar los planes que el Gobierno de coalición tenía diseñados para los meses que se avecinan. Ni un resultado favorable para los intereses de Pedro Sánchez, ni uno negativo que suponga que Isabel Díaz Ayuso renueve mandato, alterarán la agencia del presidente socialista. Así lo aseguran fuentes gubernamentales a La Información, que destacan que poner urnas el 4 de mayo en la autonomía madrileña no tendrá impacto alguno sobre la economía. La idea de completar la legislatura hasta 2023 es la que marca la agenda. Por lo que en el equipo económico del jefe del Ejecutivo mantendrá una hoja de ruta marcada por la llegada de los fondos europeos. Y en la que la reforma fiscal tendrá un carácter prioritario para los próximos meses.

Sánchez afronta esta convocatoria desde la tranquilidad que le da que por ahora esté cumpliendo los objetivos que se marcó para 2021. La aprobación de los Presupuestos Generales fue la primera piedra para garantizar la aplicación de sus políticas económicas. La llegada de las vacunas ha sido otro paso relevante para la consecución de esos objetivos. La previsión de Moncloa y de la vicepresidencia que dirige Nadia Calviño es que en el segundo semestre del año se produzca un rebote que reactive por completo la economía. Algo que pondría fin a una etapa de incertidumbre marcada por los vaivenes del virus y sus consecuencias, con casi cuatro millones de infectados y cerca de 80.000 muertos en apenas un año. Y que facilitaría que el Ministerio de Asuntos Económicos presumiera de haber hecho un vaticinio acertado. Aunque cuestiones como el retraso de las ayudas directas a sectores afectados por el Covid empiecen a poner en cuestión esa previsión.

Los fondos europeos serán los grandes protagonistas de la acción de gobierno de Sánchez antes y después de que los votantes decidan el rumbo político que quieren en Madrid. La llegada del rescate diseñado por la Comisión Europea aún es un misterio. Los retrasos han marcado el proceso hasta ahora. Primero, por el intento de veto que llevaron a cabo Polonia y Hungría, lo que provocó que España admitiera la demora de los mismos hasta el segundo trimestre. Ahora, está por ver cómo afecta que el Tribunal Constitucional alemán haya aceptado un recurso contra el aumento del techo de gasto de la Unión Europea. Hasta que se resuelva, los 800.000 millones no se podrán distribuir entre los estados miembro. Por lo que Moncloa tendrá que prepararse para un escenario que, como insisten las fuentes consultadas, no tiene nada que ver con esas elecciones.

La reforma fiscal pendiente será el otro gran desafío del 'número 1' de Moncloa para su plan de completar la legislatura. La negociación entre PSOE y Unidas Podemos para dar una vuelta al sistema tributario lleva meses produciéndose. Pero el acuerdo aún se resiste, ya que hay mucha distancia en diversos asuntos. Aumentar el gravamen a la riqueza que quieren impulsar los morados es uno de los asuntos controvertidos. Esta tasa ya fue descartada a mediados de 2020 por el departamento de Nadia Calviño, aun con la oposición de Pablo Iglesias a ello. Los impuestos verdes también están en esa lista de desencuentros. Sobre todo, después de que el Gobierno se viera forzado a eliminar el impuesto al diésel para garantizarse el apoyo del PNV a las cuentas públicas.  

Otro tema que genera distancia entre socialistas y morados es la mejora de las condiciones de los técnicos de Hacienda. Este colectivo es muy cercano a UP, que ha defendido constantemente sus intereses. El problema es el conflicto que podría generarse con los inspectores. La novedad en las discusiones será la ausencia de Iglesias por su salida del Ejecutivo. Pero eso no cambia nada sobre el papel. Su negociador en la materia, el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, continúa en su puesto. Y será quien respalde a la nueva vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, para avanzar en las conversaciones. Mientras llega ese pacto, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya está dando pasos para sacar adelante un borrador. Esta misma semana anunció que ya habían preseleccionado a los miembros del comité de expertos que harán recomendaciones para diseñar la misma. 

Una campaña... y la cuarta ola

Que los planes económicos continúen sin cambios no significa que la maquinaria de Moncloa vaya a renunciar a utilizar sus recursos para el 4-M. Pedro Sánchez se ha implicado desde el principio en la campaña de Ángel Gabilondo, por el que ha vuelto a apostar para intentar que el PSOE recupere Madrid 26 años después. Su presencia en los actos que se multiplicarán durante el próximo mes buscará contrarrestar el empuje de Díaz Ayuso, que es la gran favorita para ganar y está disparada en las encuestas. También puede ayudar a dar una mayor visibilidad a Gabilondo tras el desembarco de Pablo Iglesias en la autonomía madrileña como candidato de Unidas Podemos. Un movimiento del que el presidente ha sido 'víctima colateral', al haberle obligado a remodelar su Consejo de Ministros.

El factor que sí puede alterar de alguna manera el panorama que Sánchez tiene por delante es la cuarta ola de coronavirus. Los contagios aún no han crecido de manera espectacular. E incluso la cifra de muertos ha sido menor en los últimos con respecto a los que se registraron en semanas previas. Los avisos de que viene un nuevo golpe llegan de la incidencia acumulada, que ya ha superado los 150 puntos y ha vuelto a situar al país en riesgo alto por la crisis sanitaria. Una circunstancia a la que se suma que en los hospitales ya empiezan a notar un aumento de la presión asistencial

Los sanitarios ya están avisando de un crecimiento exponencial de los contagiados y de quienes tienen que ser ingresados por ello. Dicho empeoramiento coincide con el comienzo del buen tiempo y de numerosos puentes festivos. Por lo que las llamadas a la responsabilidad están siendo constantes. La economía puede salir malparada si la vacunación y las restricciones no contienen esta nueva oleada. Y está por ver que no acabe marcando la campaña electoral de ese 4-M que tan poco preocupa a Sánchez. Como señalan las fuentes consultadas, no está en riesgo que pierda un gobierno autonómico, dado que el madrileño ya lo controlaba el PP. Por lo que todo seguiría igual si Ayuso gana. 

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