Beirut, 29 dic.- El embajador sirio en el Líbano, Ali Abdel Karim Ali, instó hoy a las autoridades libanesas a tomar medidas contundentes para poner fin al tráfico de armas y hombres armados a Siria e impedir injerencias extranjeras.
En una entrevista al sitio electrónico Al Intiqal, Ali reclamó "decisiones serias. Hay que llamar al gato por su nombre" y rechazó que se consideren "refugiados" a los ciudadanos sirios huidos de su país.
A su juicio, "los actos criminales y el terrorismo se complementan, por ello la reacción libanesa debe ser radical. No hay que tergiversar, ni tomar medidas débiles, hay que tomar en cuenta los intereses libaneses y sirios".
Desde el comienzo de las protestas contra el régimen de Damasco a mediados de marzo pasado, las autoridades sirias sostienen que son grupos armados y terroristas los que están detrás de las revueltas.
La semana pasada, el ministro libanés de Defensa, Fayez Ghosn, desató la polémica en su país después de que apuntara que miembros de Al Qaeda penetraron en Siria desde Arsal, en el este del Líbano, dos días antes del doble atentado suicida en Damasco el viernes pasado, que causó 44 muertos y 166 heridos.
Las autoridades sirias atribuyeron la autoría de ese ataque a Al Qaeda.
El primer ministro libanés, Nayib Mikati, rechazó esas declaraciones y aseguró que no hay pruebas sólidas de la presencia de esa organización en el Líbano.
Arsal, de mayoría suní y considerada como un bastión del exprimer ministro libanés Saad Hariri, está situada en el valle oriental de la Bekaa y es fronteriza con la región siria de Homs, uno de los focos de la revuelta popular contra el régimen de Bachar al Asad.
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