El empresario de la jet, sobre los negocios de Villarejo: "La Policía los consintió"

  • Adrián de la Joya aporta cartas de tres exmandos policiales, entre ellos Eugenio Pino, que apuntan que sus empresas sirvieron "de cobertura".
Cartas DAO Policía
Cartas DAO Policía

Los negocios privados de José Manuel Villarejo eran conocidos por la Policía Nacional y no solo eso sino que incluso el cuerpo se apoyó en el entramado empresarial que ahora investiga la Audiencia Nacional para sacar adelante actividades de investigación que de otro modo no se hubieran podido realizar. Así lo comunican los exjefes policiales Agustín Linares, Pedro Díaz-Pintado y Eugenio Pino en tres misivas que ahora se aportan a una de las piezas separadas del caso Tándem que investiga al encargo efectuado por los hermanos Ángel y Álvaro Pérez-Maura al agente encubierto.

Las tres cartas, firmadas en enero de 2018, ya figuran en la causa principal, sin embargo, Adrián de la Joya (también imputado en el caso) ha pedido que se incorporen en esta pata concreta de la investigación debido a la "relevancia" de su contenido. El empresario de la 'jet' -que actuó en calidad de mediador entre Villarejo y los clientes de este encargo- asegura en un escrito recogido por este diario que estos testimonios ponen de manifiesto que los negocios privados que acometió Villarejo mientras ejerció como comisario "no solo eran conocidos por los mandos policiales sino también consentidos y promovidos por las máximas autoridades" del cuerpo. 

De la Joya, implicado también en el caso Lezo por irregularidades en el Canal de Isabel II, intenta confrontar la tesis de los investigadores de esta macrocausa acerca de que, precisamente por su condición de funcionario en la Policía, Villarejo no podía realizar estos negocios paralelos. La Fiscalía Anticorrupción sostiene además que éste se valió de medios públicos para sus encomiendas privadas las cuáles se basaron principalmente en recopilar datos bancarios, fiscales y de otra índole, todos ellos de carácter confidencial, de las personas a las que señalaban sus clientes.

Los intereses de De la Joya

No obstante, Ángela Díaz-Bastién, letrada de Adrián de la Joya, asegura en su escrito del pasado 3 de septiembre que las misivas de los tres comisarios, bajo cuyo mando ejerció Villarejo durante sus años en activo, ponen de manifiesto que se le permitió desde el cuerpo trabajar por cuenta ajena "precisamente para dar cobertura a sus otras actividades como policía". Cabe recordar que De la Joya fue una de las cinco personas detenidas en el marco de la operación policial desarrollada el pasado mes de mayo en el caso Villarejo. Tras la misma, el magistrado Manuel García Castellón acordó su libertad provisional sujeta al pago de una fianza de 500.000 euros. La Fiscalía le atribuyó los delitos de cohecho y organización criminal. 

En lo que respecta a las misivas, recogidas por este diario y adelantadas por El Mundo, los tres exaltos mandos policiales dejan claro su apoyo a Villarejo. El que fuera director adjunto de la Policía (DAO) entre 2012 y 2016, Eugenio Pino, no solo respalda la labor de Villarejo "en el ámbito de corrupción política y terrorismo" sino que se hace eco de la "fuerte polémica" mantenida entre este último y el hasta hace dos meses director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán. La enemistad entre ambos es pública y notoria y a la misma se ha referido Villarejo en sus reiterados comunicados enviados desde prisión en los que le acusa de "organizar una patraña" en su contra. 

Pino, que está imputado en la pieza relativa al espionaje a Luis Bárcenas  costeado con fondos públicos, añade en su carta que informó al CNI "que le había surgido la posibilidad de contactar con el Gobierno de Guinea". Este asunto se enmarca en la investigación que se sigue en la pieza principal de la macrocausa Tándem sobre el proyecto King, relativo a un informe con el que se buscaba desprestigiar a Gabriel Mbega, ministro de Minas e hijo del actual presidente del país africano, Teodoro Obiang. 

En términos similares se pronuncian los subdirectores de la Policía Agustín Linares-Molina y Pedro Díaz-Pintado en sus respectivas cartas en las que elogian la actuación del principal acusado de Tándem como agente encubierto afirmando que "actuó con total regularidad y eficacia". "Las actividades empresariales de Villarejo eran conocidas por los mandos policiales competentes y servían de cobertura para llevar a cabo operaciones de investigación que de otro modo no se habrían podido realizar", reza Linares.  

Los razonamientos aportados por los tres comisarios jubilados no solo son determinantes para Villarejo sino también para De la Joya, según apunta su letrada. Por ese motivo adjunta estos escritos a la pieza cuarta de la macrocausa, bautizada como 'Pit'. En la misma se indaga el compromiso que adquirió Villarejo con sus clientes españoles de frenar una investigación abierta en Guatemala contra una sociedad de ambos por presuntos pagos de hasta 30 millones de dólares al expresidente Otto Pérez-Molina y su segunda Roxana Baldetti a cambio de garantizarse la explotación de una terminal privada de contenedores en Puerto Quetzal. Los audios que obran en el sumario de la causa revelan cómo Villarejo se comprometió en aupar a la presidencia de Guatemala a Julio Ligorría, exembajador del país latinoamericano en Estados Unidos, con ayuda de Paul Manafort, jefe de campaña de Donald Trump.  

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