Hallan una manta con sangre cerca del lugar donde encontraron a Laura Luelmo

  • Ayer encontraron restos de sangre en la casa de Bernardo Montoya, lo que demostraría que el presunto asesino la llevó a su vivienda 
Agentes de la Guardia Civil continúan con el registro de la casa de Bernardo Montoya
Agentes de la Guardia Civil continúan con el registro de la casa de Bernardo Montoya
EFE

Los agentes han encontrado una manta con restos de sangre de la joven zamorana Laura Luelmo en el punto kilométrico 167 de la N-435, cerca de Las Mimbreras, el paraje donde apareció el cuerpo el pasado lunes. En el cementerio de El Campillo (Huelva) han hallado también una bolsa de plástico con las llaves del coche y del domicilio de la maestra, además de un monedero y enseres de higiene.

El último hallazgo llega después de que ayer se conociera que Bernardo Montoya fregó su casa, pero no ha sido suficiente, para ocultar los restos de sangre que han encontrado los investigadores. Los restos biológicos podrían corresponder a su víctima. La manta con restos de sangre está pendiente del análisis científico, aunque todos los indicios apuntan a que se trata de restos de la maestra de 26 años natural de Zamora. Tanto a la manta como a la bolsa de plástico han llegado los investigadores tras el interrogatorio de Montoya, autor confeso del crimen.

El hallazgo de restos de sangre demostraría que Montoya, un hombre de 50 años que en octubre salió de la cárcel, llevó a su casa a la víctima, en contra de la versión que, al parecer, ofreció el presunto asesino a los agentes de la Guardia Civil. Montoya ha confesado que secuestró, intentó violar, sin conseguirlo, y mató a la joven profesora zamorana, pero la autopsia ha confirmado que sí hubo agresión sexual.

Si bien fuentes de la investigación han asegurado a Europa Press que no tienen pruebas concluyentes sobre el lugar exacto en el que Bernardo Montoya violó a Laura y la mató con un fuerte golpe en la frente, utilizando para ello "un objeto". Tampoco las hay de que la víctima fuera retenida contra su voluntad en la casa del autor confeso del crimen.

Tras dos horas de interrogatorio en la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, el detenido confesó a los investigadores que la joven le preguntó por un supermercado, la engañó y la mandó a un callejón sin salida, donde la agarró, golpeó y dejó inconsciente. Posteriormente, según su relato, metió a Laura en el maletero del coche y la trasladó hasta el lugar donde fue localizada. Allí la desnudó e intentó violar, pero no lo consiguió, aunque la autopsia confirma que hubo agresión sexual.

Las fuentes insisten en que la confesión del autor del crimen está repleta de engaños, ya que mantiene que no violó a Laura, y de inexactitudes, de ahí que se siga investigando qué ocurrió entre el miércoles 12 de diciembre, día en el que desaparece la joven zamorana, y el 14 o 15 de diciembre, intervalo de tiempo en el que la autopsia ha datado la muerte. Los investigadores tienen hasta mañana viernes como plazo legal máximo -72 horas- para mantener bajo custodia policial al detenido, que se encuentra en la Comandancia de Huelva.

Los restos hallados en su casa desmontarían esta versión, ya que, además, y según las fuentes consultadas, Montoya llevó a la joven a la vivienda la misma noche de su desaparición y no fue hasta el día siguiente cuando la dejó en el lugar donde fue encontrada ya sin vida, una zona de matorrales del paraje de Las Mimbreras, a unos cuatro kilómetros de El Campillo.

El cadáver de la víctima presenta, según las fuentes, evidentes signos de violencia, algunos de ellos en la frente, donde recibió un fuerte golpe que, según el análisis forense, le causó la muerte.

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