La encuesta 'cocinada' por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) con la intención de voto de cara al 10-N ha echado por tierra los mejores augurios que se estaban haciendo en el PP, para pasar de sus 66 escaños actuales hasta cerca de los 100. Según los datos del CIS de este mes de octubre, la formación de Pablo Casado se quedaría en una horquilla de entre 74 y 81 escaños, algo que unido al mejor de los casos de Ciudadanos y Vox, dejaría el conjunto de la derecha en 137 escaños, es decir, por debajo incluso de lo que se prevé solo para el PSOE.
Ese resultados sería un varapalo para los partidos de la derecha, después de que en las anteriores elecciones municipales y autonómicas lograron llegar a pactos entre ellos y salvar los gobiernos regionales de Madrid, Murcia y Castilla y León. Además, las encuestas hasta ahora realizadas, con menos consultas de las 17.000 que hace el CIS, apuntan hacia un centenar de escaños para el PP y cerca de 160 para el conjunto de los tres partidos, algo que ha lanzado las expectativas de campaña de los populares y, sobre todo, las de Vox.
Dentro del análisis de estas tres formaciones, junto al resultado previsto para el PP sorprende la previsión para Vox, a quien todas las demás consultas auguran aumentar sus actuales 24 diputados hasta más de 36, incluso 40, muy por encima del 12% de los votantes, aupado por sus posturas radicales sobre Cataluña y otros grandes temas de Estado. En el caso de la consulta del CIS, les deja incluso por debajo de lo que ahora tienen, con un 7,9% de los votos y no más de 21 escaños.
Hay que advertir, no obstante, que la encuesta se ha realizado desde finales de septiembre hasta el 13 de octubre, es decir, no tiene en cuenta en la intención de voto las consecuencias de la sentencia del 'procès', ni las protestas violentas que se produjeron en Cataluña la semana siguiente y que han tenido en vilo a todo el país. Son fenómenos que pueden augurar algún voto más para las formaciones de derecha.
Se confirma la caída de Rivera
Lo que sí confirma la encuesta del CIS, tal y como habían venido apuntando desde el resto de las consultas realizadas por los medios de comunicación, es la tremenda caída de Ciudadanos y Albert Rivera. Tezanos les deja en un abanico de entre 17 y 35 escaños, con el 10,6% de los votantes, algo que supone volver a la situación que lograron en junio de 2016 y caer desde los 57 escaños que les otorgaron los votantes el pasado 28 de abril.
La negativa de Rivera a negociar con Sánchez para buscar un gobierno estable en España está siendo muy penalizada por el electorado en todas las consultas realizadas, hasta el punto de que dentro del partido se levantaron todas las alarmas cuando comprobaron con sus propios datos que podían perder todo lo ganado en dos años, por no tener el apoyo de casi la mitad de su anterior electorado.
En esa tesitura electoral, si los datos del CIS aciertan con los resultados del 10-N frente al resto de las formaciones, tal y como ocurrió en la convocatoria electoral de junio de 2016, la única opción que le quedaría a Ciudadanos para salir adelante después de su previsible desplome es un hipotético acuerdo con los socialistas, una vez que Rivera levantó su veto a hacerlo hace tres semanas, presionado precisamente por los malos augurios de las encuestas.
La coalición de Unión del Pueblo Navarro (UPN), con PP y Ciudadanos, que ahora cuenta con el escaño en solitario del partido navarro, apenas lograría aumentar en otro sillón más, de forma que su aportación a la confluencia de la derecha tampoco sería significativa.
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