Energías limpias como el gas natural permiten luchar contra la contaminación

  • Los vehículos a gas eliminan las emisiones. El gas natural elimina las partículas, principales responsables de enfermedades respiratorias.
Gas Natural Fenosa
Gas Natural Fenosa

La contaminación atmosférica altera nuestra vida cotidiana cada vez con mayor frecuencia: ciudades cerradas al tráfico, falta de visibilidad por nieblas, limitaciones de velocidad…. Y, más allá de estas consecuencias que vemos directamente, están aquellos efectos invisibles pero mucho más graves que se producen sobre nuestra salud. En España, la contaminación atmosférica se traduce en cerca de 30.000 muertes prematuras al año, según un informe que presentó el año pasado la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA). Una cifra que la Organización Mundial de la Salud (OMS) eleva hasta las 400.000 personas en el ámbito de la Unión Europea, además de provocar enfermedades respiratorias y cardiovasculares en millones de pacientes. Actividad industrial y tráfico rodado son los principales agentes contaminantes. Frente a estas fuentes de emisiones, el gas natural vehicular es una buena alternativa a los combustibles tradicionales, que puede utilizarse en todo tipo de vehículos, desde turismos, a furgonetas, camiones o autobuses. Gas Natural Fenosa ofrece este combustible tanto en forma comprimida como líquida.

Lluvia
 

La contaminación del aire no solo provoca múltiples enfermedades respiratorias (asma, alergias, bronquitis, enfisema pulmonar…), recientemente, desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) se advertía de que los hijos de madres que han estado expuestas a zonas con alta contaminación pueden tener un riesgo mayor de tener una peor función pulmonar que aquellas que no han tenido esa exposición. Estudios de universidades británicas y españolas ofrecían resultados parecidos al señalar que las embarazadas que viven en zonas con intenso tráfico rodado, industrias, emisiones de calefacción… tienen los mismos riesgos para la salud del feto que una mujer fumadora.

El transporte sobre ruedas está en el origen del 65% de la contaminación urbana. Especialmente en ciudades con una alta densidad de vehículos como Madrid (con 2.100 turismos matriculados por kilómetro cuadrado) o Barcelona (5.700), el problema de la calidad del aire se vuelve dramático, según el profesor de investigación del Consejo Superior Investigaciones Científicas (CSIC) y del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA), Xavier Querol, quien igualmente llama la atención sobre la alta proporción de turismos diésel en las flotas españolas (65%) y el fracaso de la política en cuanto a reducción de emisiones de NO2 de los turismos diésel. El NO 2 (Dióxido de Nitrógeno) se origina principalmente en los procesos de combustión y causa bronquitis en niños asmáticos y disminuye la función pulmonar. Al reaccionar con la luz solar formando ozono a nivel del suelo, es además uno de los principales componentes de la niebla tóxica. Las partículas sólidas (PM), que emiten los motores diésel, así como el azufre, también presente en los gasóleos, son otros de los principales contaminantes atmosféricos.

Estaciones de recarga
 

La población va tomando conciencia de la necesidad de confiar en fuentes de energía no contaminantes y comienza a haber una seria demanda de vehículos alternativos, tanto en flotas profesionales como en particulares. El gas natural está libre de estos componentes y además, según el estudio Greenhouse Gas Intensity of Natural Gas de la Asociación Europea del gas natural (NGVA Europe), reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en un 23% comparadas con la gasolina, y en un 7% comparadas con el diésel, ‘descarbonizando’ el transporte y presentándose como una de las soluciones más eficientes para luchar contra el cambio climático. Gracias a ello, los vehículos a gas pueden circular por ciudades cerradas al tráfico.

Frente a las graves limitaciones en autonomía y la necesidad de perder horas en las recargas que presenta el coche eléctrico, el gas natural vehicular es una tecnología ya madura, real y aplicable desde turismos, hasta camiones pesados, barcos o trenes. España dispone en la actualidad de 117 estaciones de servicio que suministran gas natural para vehículos, y se espera la apertura de 20 estaciones públicas más en breve con el objetivo de avanzar con lo establecido en la Directiva Europea de Infraestructuras de combustibles Alternativos (Directiva 2014/94/UE).

La Administración de Información de Energía del Departamento de Recursos Energéticos de los EE. UU. ofrecía recientemente datos de su mercado que mostraban que un vehículo a gas supone un menor costo anual de combustible que un vehículo híbrido de gasolina.

El transporte automovilístico de gas se presenta así como una alternativa energética limpia y eficiente que ya ha sido descubierta por muchos conductores, ya que el gas natural en automoción se ha convertido en el combustible alternativo más utilizado en España y las matriculaciones las matriculaciones de vehículos propulsados con gas natural aumentaron en España un 133% en 2016, según datos de la Asociación Ibérica de Gas Natural para la Movilidad (GASNAM).

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