Enríquez Ominami, figura de la política chilena, imputado por corrupción

  • Marco Enríquez Ominami, estrella fugaz de la política chilena y aspirante a la presidencia en las elecciones de 2010, será interrogado por la justicia el próximo 22 de octubre como imputado en una trama de financiación ilegal de partidos, informaron este jueves a la AFP fuentes cercanas a la fiscalía.

La justicia trata de establecer si Ominami facilitó facturas falsas en el caso de corrupción que salpica a la empresa Soquimich (SQM), una de las mineras no metálica más importantes del mundo y que hasta hace poco estaba controlada por Julio Ponce, exyerno del dictador Augusto Pinochet (1973-1990).

Tras su interrogatorio, los fiscales decidirán si Ominami queda formalmente acusado de participar en dicha trama.

El político ha negado las imputaciones en su contra. "No hay enriquecimiento personal, ni facturas falsas", ha dicho Ominami que emergió como una tercera vía en las presidenciales de 2010 alzándose con el 20% de los votos.

Juan José Santa Cruz, ex jefe de campaña del candidato independiente y exministro de Hacienda de la presidenta Michele Bachelet, Andrés Velasco, aseguró que "la familia Ominami recibió 800 millones de pesos (cerca de 1,8 millones de dólares) de parte de SQM".

Velasco también aparece vinculado en esta trama de financiación, tras recibir 20 millones de pesos del grupo Penta, uno de los conglomerados económicos más importantes de Chile, investigado por delitos tributarios y financiamiento ilegal de campañas políticas.

La investigación del caso Penta llevó hasta SQM, sacudiendo la política de Chile, un país reputado por su baja corrupción.

MEO, acrónimo por el que se conoce al joven político -presidente de un pequeño partido que no tiene representación parlamentaria-, fue vinculado al financiamiento ilegal tras una publicación del semanario Qué Pasa que reveló correos electrónicos de Cristián Warner, su exjefe de campaña, a Katherine Bishof, la secretaria del ex gerente general de Soquimich, Patricio Contesse.

Este intercambio puso al descubierto la relación entre el candidato y la minera, que se comprometió a pagar cuatro millones de pesos mensuales, monto que con el tiempo subió a 14 millones, sumando un total de 362 millones entre 2011 y 2013, y que habrían sido recibidos a través de 34 facturas que emitió Cristián Warner a través de Comunicaciones Publicidad y Marketing EIRL a SQM Salar, una filial de la minera.

Soquimichm controlada por el controvertido exyerno de Pinochet, es indagada por cohecho, lavado de activos y delitos tributarios tras supuesto financiamiento ilegal de campañas políticas descubierto en la investigación de otro caso, el Penta, donde la mayoría de los implicados son políticos de la derecha opositora.

SQM es una minera privada con presencia en más de 20 países, dedicada a la comercialización de fertilizantes como el salitre, el iodo y el nitrato de potasio.

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