ERC frena el referéndum de cara al pacto mientras Torra afronta la inhabilitación

El presidente de la Generalitat, Quim Torra (d), junto al vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Pere Aragonès (EFE/ Quique García)
El presidente de la Generalitat, Quim Torra (d), junto al vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Pere Aragonès (EFE/ Quique García)

El Gobierno de coalición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se decide en Cataluña. En concreto, en el número 166 de la calle Calàbria de Barcelona donde se ubica la sede nacional de ERC. El partido tiene en su mano, con su abstención, la última palabra y ya ha iniciado una negociación con el PSOE que debería concretarse en un mes. Los independentistas también están echando sus cuentas y miran a la Generalitat, donde mantienen un tira y afloja con Quim Torra en el Palau y Carles Puigdemont. La situación es de 'calma chicha' de cara a los acontecimientos políticos y judiciales que se avecinan.

ERC ha rebajado considerablemente sus pretensiones en el inicio de las negociaciones con los socialistas. Es algo que en Ferraz no ha pasado desapercibido. Tras la primera toma de contacto con Adriana Lastra, este jueves en el Congreso, el partido de Junqueras fijó dos peticiones para replantear su postura, ahora mismo fijada en el 'no': abrir una "mesa de negociación" entre el Estado y Cataluña y poner fin a la "vía represiva". Traducido: que se retome Pedralbes y que el Ministerio del Interior ordene el repliegue de los miles de policías nacionales y guardias civiles desplazados a Cataluña tras la sentencia del 'procés'. Ni rastro de la vía unilateral. Estas condiciones son calificadas en el PSOE como "asumibles". De hecho, Sánchez y Torra ya se reunieron en Moncloa y el palacete barcelonés durante la pasada legislatura.

Estas posiciones allanan el camino a un posible pacto. En Ferraz son optimistas y creen que en diciembre podrían cerrar la investidura. Ya manejan un calendario que apunta a un debate en el que Sánchez salga elegido presidente en una segunda votación los días previos a la Nochebuena. Pero antes hay que convencer a los republicanos, por los que pasa todo. En Esquerra también quieren medir sus decisiones, pues corren el riesgo de perder a sus votantes más radicales y que pongan rumbo a otras opciones, como la CUP.

Fuentes de ERC explican cuáles son los puntos que debería modificar el PSOE para conseguir su abstención. Hablan de olvidar, de una vez, la amenaza de aplicar el artículo 155 o de dejar a un lado la propuesta lanzada por Sánchez en el debate a cinco de recuperar en el Código Penal el delito de referéndum ilegal. Este jueves el presidente en funciones ya eludió responder a esta cuestión. 

Son "gestos" que en ERC se consideran "imprescindibles" para cerrar un acuerdo. También hay dos puntos en el 'pacto del abrazo' con Unidas Podemos que no les gustan y que el PSOE tendría que modificar si quiere su abstención. La alusión a una crisis de "convivencia" en Cataluña (ERC habla de un "conflicto político") y la referencia a fomentar el "diálogo en Cataluña" (ERC quiere que se contemple el "diálogo con Cataluña"). Los republicanos están diseccionando el documento y ya preparan su contrapropuesta.

Elecciones generales
Pere Aragonès y Gabriel Rufián durante la noche electoral / EFE

Pero Moncloa y Ferraz también contemplan un giro de los acontecimientos que podría provocar un terremoto en Cataluña. Es un escenario que tampoco pasa desapercibido en los partidos independentistas. Quim Torra se enfrenta a su inhabilitación desde este mismo lunes 18 de noviembre en el juicio que tiene pendiente en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por negarse a quitar los lazos amarillos en las elecciones generales del 28-A. La Fiscalía pide que no pueda ejercer un cargo público durante veinte meses por un presunto delito de desobediencia. Este proceso marcará la agenda política catalana.

¿Qué ocurriría si Torra es inhabilitado? La situación sería inédita pero provaría una crisis en el Govern. Un escenario que contemplan en el PSOE es que Pere Aragonès, el vicepresidente y líder del partido por la estancia en prisión de Oriol Junqueras, se convirtiera en president 'por accidente', siempre y cuando hubiera una condena firme. Y eso cambiaría el tablero de juego ya que ese no era el acuerdo al que llegaron ERC y JxCAT hace un año y medio y que contemplaba la presidencia para Torra. El anticipo electoral podría precipitarse.

En Cataluña cada vez hay más voces que apuntan a que esas elecciones anticipadas podrían celebrarse en febrero o marzo, momento en el que, precisamente, finaliza la inhabilitación a Artur Mas. En ese punto en el PSOE ya se está manejando la negociación de un posible tripartito entre las tres formaciones que deberían desatascar la investidura de Sánchez: ERC, PSC y los comunes. Hay quien cree en Ferraz que este tripartito podría "reconducir el conflicto" y, como mínimo, poder sacar adelante unos presupuestos, algo que va a tener complicado Aragonès por la falta de apoyos. De momento son meros escenarios contemplados en los partidos que se la juegan en estas semanas.

Hay más "gestos" que reclaman tanto desde el PSOE como desde ERC. Los socialistas piden dejar a un lado la petición de "amnistía" para los políticos en prisión. Y a los republicanos la propuesta que lanzó Sánchez de crear una nueva asignatura obligatoria para "construir concordia desde la educación". "Vamos a aprobar una nueva asignatura, para toda la educación obligatoria y para todo el territorio español, sobre educación en valores civiles, constitucionales y éticos", dijo en el mismo debate electoral.

Las posturas entre ambos partidos están alejadas, pero ambas partes confían en que se irán suavizando en los próximos días. De momento Lastra y Gabriel Rufián se han emplazado a seguir manteniendo contactos. Sánchez, desde Moncloa, y Junqueras, desde Lledoners, decidirán la investidura.

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