ERC 'monitoriza' al Gobierno para lograr su objetivo de que Junqueras salga libre

  • Los independentistas apuntan al "desbloqueo más cercano" si la Abogacía del Estado se muestra a favor de excarcelar a su líder tras el fallo del TJUE
Puigdemont
Puigdemont
Europa Press

ERC tenía toda su atención en controlar los pasos que da el Gobierno sobre el futuro de Oriol Junqueras tras el reconocimiento a sus derechos como eurodiputado que acreditó el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Los independentistas estuvieron pendientes de cada movimiento del Ejecutivo que ayudara o entorpeciera la puesta en libertad de su líder para recoger su acta en el Parlamento Europeo. Lo mismo ocurrió con la posible influencia de Moncloa en la Abogacía del Estado, a la que Esquerra no quitó ojo. Todo por su interés en que Pedro Sánchez "no se salga de la línea" de que se hiciera todo lo posible para fomentar "el desbloqueo". Algo que solo pasaba por potenciar todos los mecanismos posibles para que Junqueras pudiera salir de prisión, según confirmaron fuentes del partido a La Información

Esto ha supuesto que ERC ha estado encima del PSOE y del Gobierno en unos días clave tras el fallo del TJUE sobre el exvicepresident de la Generalitat. Las fuentes consultadas señalan que lo único que han buscado es que "se avanzara en la desjudicialización contra el independentismo", personificando en la figura de Junqueras. Pero que la Abogacía del Estado se pronuncie a favor de que el líder independentista acuda a Bruselas a recoger su acta no ha provocado por el momento la escenificación de la firma entre socialistas y republicanos. "Sigue sin haber acuerdo aunque todo está muy encauzado", señalan las fuentes mismas fuentes. 

Dichos contactos entre ambas partes han incluido el intercambio de información y de documentos, como ha podido saber este diario. Una documentación entre la que se encontraba lo que la defensa de Junqueras consideraba que debía alegarse para facilitar su salida de prisión, algo en lo que llevaban trabajando semanas al prever que el TJUE les daría la razón. De esta manera, tanto ERC como los abogados de su líder se han volcado en esa presión a Moncloa y los socialistas para contribuir a que la decisión de la Abogacía y la línea defendida por el Gobierno les fuera favorables y no hubiera contradicciones entre las mismas. La portavoz en Cataluña, Marta Vilalta, admitió esos contactos este lunes, pero sin entrar a detallar los mismos.

Pero en Esquerra no niegan que todo lo anterior solo son gestos políticos que pueden tener influencia pero no son determinantes. Los republicanos saben que la decisión final corresponde al Tribunal Supremo, cuyos magistrados deberán decidir si ponen en libertad provisional a Junqueras con el aval más que probable de los servicios jurídicos del Estado. Un Alto Tribunal que, como admiten, puede ignorar por completo lo que diga la Abogacía del Estado o dilatar la estancia en prisión del exvicepresident de la Generalitat. Como ya informó esta redacción, en el Supremo aún no se había decidido qué hacer ante esta situación cuando se conoció el fallo del TJUE, ya que se quería esperar a lo que dijeran las partes de la causa. 

La oposición se prepara

Que los independentistas no exijan que su líder quede en libertad y su batalla se limite a conseguir el gesto político de Moncloa también puede causarles problemas con el electorado más radical del independentismo. Los sectores más rupturistas del partido se han mostrado en contra de desbloquear la investidura de Pedro Sánchez, insistiendo en que solo vale "el fin de la represión" o "la amnistía" para que se pueda llegar a un pacto con el PSOE. Por eso, el sector moderado del partido, con Pere Aragonès al frente, hizo guiños en el congreso que celebraron el pasado sábado a que no darían "nada gratis". Además de que los pactos solo llegarían "con el fin de la represión"

El otro problema lo va a tener el propio Gobierno central. La oposición se va a emplear a fondo en intentar demostrar que el Ejecutivo ejerció presiones políticas sobre la Abogacía para que apoyasen la puesta en libertad de Junqueras. Lo mismo harán con respecto a la decisión del Tribunal Supremo, a pesar de que el Alto Tribunal no tiene por qué tener en cuenta los pareceres de la Administración del Estado para dar un paso u otro. Eso no va a detener a PP, Ciudadanos y Vox, que ya han avisado de que van a dar la batalla. Algo que se acentuará si finalmente el líder de ERC pisa la calle para recoger su acta.

Mientras cada parte muestra sus cartas, la fecha de la investidura continúa siendo una incógnita. La intención de Sánchez y los socialistas de que el debate se produjera antes de final de año está aún más lejos, ya que el acuerdo con ERC no se ha firmado por el momento. La exigencia de que el partido 'indepe' convoque a su Consell Nacional para que ratifique ese posible pacto impide que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, pueda lanzarse a convocar a los grupos para una primera sesión el viernes 27 de diciembre. La Ejecutiva del PSOE también tendría que reunirse para dar su aval al documento que pacten con los republicanos, pero fuentes de Ferraz señalan que sería "inmediato". Por eso cobra fuerza la opción de que la Cámara Baja acoja los plenos decisivos desde el 2 de enero. Lo que permitiría a Sánchez ser presidente antes de la Pascua Militar del próximo día 6 de enero.

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