Erdogan abandona liderazgo de su partido islamista en congreso multitudinario

  • El presidente entrante de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, abandona mañana el liderazgo del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en un congreso multitudinario en el que se esperan unas 30.000 personas, informó hoy la prensa local.

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Ankara, 26 ago.- El presidente entrante de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, abandona mañana el liderazgo del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en un congreso multitudinario en el que se esperan unas 30.000 personas, informó hoy la prensa local.

Erdogan asume la jefatura del Estado el jueves, y por la exigencia legal de neutralidad política del cargo, debe abandonar antes su puesto como líder del AKP.

El que ha sido primer ministro de Turquía durante los últimos once años, venció en primera vuelta en las elecciones presidenciales del pasado 10 de agosto al lograr el 51,8 % de los votos.

El congreso se celebrará en el pabellón deportivo Ankara Arena, que cuenta con 12.000 localidades, y además se habilitarán pantallas para que los afiliados del AKP que no puedan acceder al recinto principal puedan seguir el cónclave desde el exterior.

El AKP rendirá un homenaje a Erdogan como líder de la formación desde su fundación en 2001, y se votará al único sucesor propuesto, el actual ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, designado también como futuro primer ministro.

"Todos juntos hacia la nueva Turquía" es el eslogan del congreso, en el que los únicos oradores previstos serán Erdogan y Davutoglu.

Un día después, el jueves, Erdogan asumirá la presidencia de Turquía de manos del saliente jefe de Estado, Abdullah Gül.

Según la prensa turca, representantes de alrededor de 75 países, incluidos 17 jefes de Estado, acudirán a la ceremonia en Ankara.

Tras asumir su nuevo cargo, Erdogan designará a Davutoglu como nuevo primer ministro y éste deberá buscar el refrendo de su gabinete en el Parlamento, donde el AKP tiene mayoría absoluta.

Erdogan ha prometido una Presidencia activa y romper con el tradicional papel ceremonial del jefe del Estado, utilizando todas las funciones del cargo, como la posibilidad de convocar las reuniones del gabinete de ministros.

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