Erdogan aspira a restablecer su imagen internacional en cumbre del G20

  • Fortalecido por su reciente triunfo electoral, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan quiere aprovechar la cumbre del G20, el domingo en Antalya, para restablecer su imagen en la escena internacional y acallar las voces que lo acusan de un ejercicio autoritario del poder.

"Los gigantes del mundo van a reunirse aquí. Y su hermano aquí presente va a dirigir la reunión", dijo hace unos días Erdogan en una reunión con autoridades locales.

"Este G20 le da la oportunidad a Erdogan en convertir a Turquía en un socio esencial en la escena internacional", dice el ex diplomático turco Sinan Ülgen, director del Centro de Estudios sobre la Economía y la Política Extranjera (EDAM).

Con ese objetivo, Erdogan incluyó en la agenda de la reunión dos temas candentes, la guerra en Siria y la crisis migratoria en Europa.

Erdogan, convencido de que tiene razón en la discusión con los aliados, volvió a plantear la idea de crear una "zona de seguridad" en el norte de Siria, que, limpia de yihadistas del Estado Islámico, podría recibir a los sirios desplazados a causa de la guerra.

Hasta ahora, los occidentales, encabezados por Estados Unidos, rechazaron amablemente la idea.

"Hoy dicen no, pero mañana todos aceptarán hacer eso", dijo Erdogan el jueves pasado.

Para Erdogan, una zona de ese tipo permitiría bloquear el avance de las milicias kurdas, apoyadas por Estados Unidos, en Siria.

Turquía está decidida a impedir el avance de las fuerzas sirias kurdas, cercanas al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) que operan en territorio turco.

"Hay que terminar con la idea de que hay buenos y malos terroristas", reiteró Erdogan el viernes por la noche tras los atentados mortíferos de París.

"Erdogan quiere utilizar la cumbre para convencer a los otros jefes de Estado de que Al Asad deber dejar el poder y que el apoyo a los combatientes kurdos en Siria debe ser estrictamente limitado", resume Max Abrahms, profesor de ciencias políticas de la Universidad Northwestern de Boston (EEUU).

El presidente turco quiere además negociar provechosamente su apoyo en la crisis de los refugiados que se van de Turquía hacia los países de la Unión Europea (UE).

Bruselas inició negociaciones para que Turquía ayude a contener el flujo de refugiados a cambio de una ayuda financiera.

Pero además de una ayuda financiera, Turquía quiere otras concesiones en materia de visas para sus ciudadanos y un avance en las negociaciones de adhesión a la Unión Europea.

Las discusiones en Antalya se anuncian difíciles luego de la publicación de un informe europeo que denuncia "graves retrocesos" del estado de derecho en Turquía, pero nadie pone en duda la necesidad de una cooperación.

"No estamos en una dinámica de crítica o no, trabajamos con el presidente Erdogan", indicó la presidencia francesa en la víspera de la cumbre.

Por su lado, el ex diputado opositor turco Aykan Erdemir considera que Erdogan va a sacar provecho de su posición de fuerza.

"El principal beneficio que puede sacar del G20 es mostrar a sus partidarios que Turquía tiene peso suficiente para permitirse ser autoritaria sin que eso no afecte la imagen o la economía del país", dice Erdemir.

Antalaya puede incluso ser la ocasión para que Erdogan imponga su idea de una "superpresidencia" con poderes reforzados, que sus críticos califican de deriva "dictatorial".

"Es un excelente mensaje para enviar a su opinión pública, mostrándole que no tiene nada que temer y que es un actor aceptado en la escena internacional", considera Ali Carkoglu, profesor de ciencias políticas en la universidad Koç de Estambul.

"Es perfecto para" Erdogan, concluye.

pa/at.zm/jz

Mostrar comentarios