Errejón gana en las urnas lo perdido en Vistalegre: dobla a Podemos en Madrid

  • El candidato de Más Madrid logra un éxito que confirma los peores temores del partido morado y reabre el debate en torno al liderazgo de Iglesias
Íñigo Errejón, tras conocerse los resultados del 26-M
Íñigo Errejón, tras conocerse los resultados del 26-M
EUROPA PRESS

La debacle de Podemos en las elecciones de este 26 de mayo contrasta con la victoria personal de uno de sus exdirigentes. El mismo al que las bases del partido rechazaron en Vistalegre II y cuyo discurso ha salido reforzado con lo que realmente cuenta en política: los resultados de las urnas. Es ese camino personal junto a Manuela Carmena y alejado de Pablo Iglesias el que ha avalado la figura de Íñigo Errejón gracias a los 20 escaños de Más Madrid en la Comunidad madrileña. Una marca que el exnúmero 2 de la formación morada creó junto a la entonces alcaldesa de Madrid hace apenas cuatro meses. Y cuyo apoyo en las urnas le permite ahora sacar pecho frente a los que rechazaron sus propuestas.

La travesía alejado del partido que le dio a conocer también permite a Errejón presumir de sus tesis transversales, que se ha traducido en un gran apoyo en las elecciones para una formación que ni existía hace solo cuatro meses. Esta irrupción ha confirmado los mayores temores que existían en Podemos, que no eran otros que su exdirigente fuera capaz de doblar a Isabel Serra. Unos resultados que han sido incluso peores de lo que se temían en la sede de la calle Princesa de Madrid, ya que la diferencia es de 13 escaños. 

Que ligase su destino a Manuela Carmena era un movimiento arriesgado para alguien que nunca había concurrido como líder de una lista a las elecciones. El experimento le ha salido bien, y le permitirá reivindicarse como el líder de los que están a la izquierda del PSOE. Todo un golpe para Pablo Iglesias, que ha asistido a un desastre electoral en todo el país y que resquebraja aún más su liderazgo. Pero el gesto serio de Errejón en la comparecencia de la alcaldesa de Madrid, que abandonará el cargo en dos semanas tras la victoria de las derechasevidencia que el ahora diputado madrileño esperaba mucho más de su apuesta.

Después de que las urnas dejen claro que tendrá que estar en la oposición al tripartito de PP, Ciudadanos y Vox, la idea que tiene el líder es insistir en su estrategia, como señalan fuentes de Más Madrid a La Información. Su intención es defender unas ideas que puedan llegar a los desencantados con Podemos e incluso restar apoyos al PSOE en su favor. Las mismas fuentes también rechazan que su líder vaya a plantearse el salto a una lista para el Congreso de los Diputados dentro de cuatro años, debido al riesgo de dar ese paso y al poco recorrido en solitario que tiene.

No irá a un Vistalegre III

Esta victoria personal no va a provocar que intente acceder al liderazgo de Podemos. O esa es la idea que tiene el politólogo madrileño. Las mismas fuentes de Más Madrid descartan que Errejón concurra a un hipotético Vistalegre III para hacerse con el control de la formación que él mismo creó. A pesar de que Iglesias queda muy tocado tras los resultados del 26 de mayo, y que no está claro que vaya a conseguir ministerios en el gobierno de Pedro Sánchez, no habrá un intento de regreso por parte de Errejón para asestarle el golpe de gracia. Tampoco se contempla una pequeña venganza por aquel "Íñigo no es Manuela" del 'líder morado' horas después de conocerse las intenciones del exportavoz parlamentario del partido. 

En esa contienda por la secretaría general de Podemos se espera que la candidata del aparato para suceder a Iglesias sea Irene Montero. Frente a ella se prevé que se presente al menos una lista alternativa con un candidato de nombre relevante. Uno de los que más suena es el exlíder del partido en Madrid Ramón Espinar, que dimitió de todos sus cargos después de la refriega con Más Madrid.

La relación que tiene con la actual dirección de Podemos no ha hecho más que empeorar desde que fuese relegado a un papel secundario. El episodio del vídeo con Carmena en el que anunciaba la creación de Más Madrid fue la gota que colmó el vaso. Aquel movimiento le costó acusaciones de dividir a la izquierda y de traicionar al partido y a Iglesias. Y que provocó ataques nada sutiles de dirigentes como Pablo Echenique, que llegó a insinuar que "de qué iba a vivir Íñigo" si abandonaba el acta de diputado nacional. Este no le dio la razón y dimitió pocas horas después. A esas pullas se ha sumado esta madrugada post-electoral Juan Carlos Monedero, que no ha dudado en cargar contra él y le ha responsabilizado de que la izquierda pierda el consistorio madrileño y no acceda al gobierno regional.

Dos años de decepciones... y una victoria

Esta victoria electoral de Errejón sirve para evidenciar una de las ideas más conocidas de él y su entorno: esa que apunta a que los votantes de los partidos no piensan (ni votan) lo mismo que sus militantes. Aquel Vistalegre II fue toda una lección, ya que Pablo Iglesias logró el control total del partido. Se desató así la caída en desgracia del que era el mejor amigo del líder y encargado de la estrategia de la formación. El politólogo perdió tras aquel fin de semana la Secretaría Política del partido y el cargo de portavoz parlamentario, que pasó a manos de Irene Montero.

Desde entonces, sus encontronazos con la cúpula no dejaron de ir a más. Hasta que a finales de enero de este año, y tras desvelar que quería prescindir de la marca Podemos para las autonómicas, dimitió como diputado y se desvinculó por completo de la formación que fundó. Ahora, en solo cuatro meses, Errejón ha barrido a sus excompañeros y le ha sacado 13 escaños a Isabel Serra. Un auge conseguido en tiempo récord, que es la construcción de tiempo que ha definido a Podemos en estos cinco años tanto en las buenas como en las malas. 

Errejón arrastró al proyecto Más Madrid a un gran número de los diputados que Podemos consiguió en 2015. Entre ellos estaban nombres destacados como los de Clara Serra, Hugo Martínez-Abarca o Eduardo Fernández Rubiño. La intención era abandonar la oposición y conformar junto al PSOE que fuese a la par del Gobierno de Sánchez en La Moncloa.

El escrutinio ha dado un baño de realidad a Errejón, que salvo sorpresa pasará cuatro años en la oposición junto a unos compañeros que ya saben lo que es estar ahí. Pero sus postulados logran solidez frente a un Pablo Iglesias al que muchos han culpado en redes sociales de que no se hayan conseguido los objetivos de Más Madrid, especialmente en el caso del ayuntamiento. Al menos, el exnúmero 2 podrá decir que ha vencido al que fue su número 1. Y en solo dos años (y cuatro meses).

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